Por primera vez en la historia de Estados Unidos, se ha logrado revivir un corazón muerto. Cirujanos de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, extrajeron el órgano de un donante cuya sangre ya no circulaba para reanimarlo.
Emplearon un procedimiento innovador conocido como Donación después de muerte circulatoria (DCD), que consiste en irrigarlo con sangre, oxígeno y electrolitos.
El trasplante de DCD se realiza regularmente en Estados Unidos para órganos distintos del corazón, aunque los trasplantes de corazón DCD se han realizado en Europa y Australia.
«Este procedimiento tiene el potencial de expandir el grupo de donantes hasta en un 30 por ciento”, dijo Jacob Schroder, director quirúrgico del programa de trasplante de corazón de la Universidad de Duke, quien realizó el procedimiento durante este fin de semana.
“Aumentar la cantidad de corazones donados disminuiría el tiempo de espera y la cantidad de muertes que ocurren mientras la gente espera. Es importante realizar este ensayo clínico para determinar si esos resultados se cumplen. Estamos agradecidos por el coraje y la generosidad tanto de los donantes como de los receptores”, agregó.
Ahora el corazón puede ser trasplantado a un paciente que lo necesite.
«Cuando recibimos un corazón de un paciente fallecido para ser trasplantado en otra persona que lo necesita, normalmente viene de alguien que ha tenido muerte cerebral, lo que no supone que su corazón no funcione. De hecho, sigue latiendo. Es entonces cuando los cirujanos intervenimos, mantenemos frío al órgano y disponemos de horas para lograr trasplantarlo con éxito en otro paciente», declara el doctor Juan Rivera, del Hospital de Miami, Florida.
Ahora, con esta revolucionaria tecnología, se está logrando lo mismo pero con un corazón que ya había dejado de latir.