Los padres se preocupan de que sus hijos se alimenten bien. Pero a partir de cierta edad, los niños se interesan demasiado por todo lo que es dulce y no tan saludable. De allí surge la idea de una ingeniosa madre en los estados Unidos, encontró un escondite perfecto para los chocolates en casa, a prueba de niños.
Si a los niños no se les controla elconsumo de alimentos azucarados puede causar efectos adversos en su salud, además, se desinteresarían por aquellos alimentos que necesitan para garantizar su óptimo crecimiento.
Por eso, una preocupada madre pensaba cuál sería el sitio indicado para esconder de sus hijos los chocolates.Y así fue como se le ocurrió la maravillosa idea de colocarlos dentro de las bolsas de los vegetales congelados.¡Difícilmente un chico buscaría allí las ansiadas golosinas!
La madre quiso compartir en las redes sociales su secreto, para que a su vez otros padres pudieran aplicar su estrategia, y la publicación se hizo viral.
En las redes circularon las fotos de un paquete de vegetales sellados dentro del congelador, y otro abierto, donde podían verse en su interior las barras de delicioso chocolate y algunas otras golosinas.
Como sabemos, a la mayoría de los niños no les agradan mucho los vegetales, y ese sería el último lugar donde buscarían.
«Veamos a los niños encontrar este alijo», dijo la confiada madre en su cuenta de Facebook.
En las redes sociales fue todo un éxito la sugerencia de la mujer, y las opiniones no faltaron.
“¡Ya sé dónde voy a esconder mi alijo de golosinas de ahora en adelante!”, comentó una usuaria.
A otros les parecía demasiado evidente el escondite, porque en el congelador siempre hay helados y cosas así, los niños podrían imaginar que de ocultar algo podría estar allí.
“Yo los coloco en la lavadora. Los niños nunca entran allí … los congeladores tienen paletas y helados, allí sí entran, el refrigerador siempre está en movimiento … así que el mejor lugar es la lavadora y secadora”, aseguró otro usuario.
Tal vez esta estrategia dé resultados cuando los niños son pequeños, pero a medida que crecen se hacen más astutos y perspicaces, registran todo, y la imaginación siempre los lleva a encontrar lo que buscan.
Es posible que tengamos más bien que negociar con ellos, para lograr un equilibrio en el consumo de los apetitosos dulces.
Comparte esta achocolatada historia con todos tus amigos y conocidos. Y tú, ¿descubriste alguna vez dónde tu madre escondía las golosinas?