Una condición especial no es motivo de exclusión. Todavía es necesario alzar la voz para que todos comprendan esto. Por suerte más de uno está presto a la tarea. Como Lindsay Barrus Larsen, quien tras recibir solo una respuesta de asistencia al cumpleaños de su hijo con autismo se dispuso a enviar un mensaje por sus redes sociales para expresar toda su tristeza e indignación.
Al parecer el niño había invitado a sus compañeros de clase y solo una pequeña niña había confirmado su asistencia a la fiesta. Incluso les preguntó en persona a sus compañeritos y las diferentes respuestas fueron “no”, “tal vez”, o un silencio definitivo.
Según cuenta su mamá, Christian, el cumpleañero, había estado trabajando muy duro durante todo el año escolar para aprender los nombres de todos sus compañeros y ansiaba celebrar su cumpleaños número 9 junto a ellos.
Sin embargo, ninguno confirmó que asistiría y esto hizo sentir muy mal a la preocupada madre. Así que días antes del cumpleaños narró la historia a sus diferentes contactos para hacer un llamado de conciencia:
“Si ese extraño que actúa raro, se convierte en tu conocido, puede convertirse en un amigo con algo realmente especial”, dijo en su mensaje.