Chloe Boniface, de 18 años, vivía en una residencia en la Universidad de Victoria en Wellington, Nueva Zelanda donde estudiaba biología marina, tenía una vida normal, disfrutaba de la adolescencia como cualquier chica de su edad.
El 7 de noviembre ella se comunicó con su madre, Tarsha Boniface, para decirle que tenía malestar, presentaba síntomas similares a los de la gripe.
Tarsha atribuyó la enfermedad de su hija a la fatiga, y estrés que suponían para ella los exámenes universitarios de su primer año de carrera.
La joven tenía intensos dolores de cabeza, malestar general y sensibilidad a la luz, pero a pesar de eso compartió una selfie en su perfil de Instagram, nadie imaginó que esa sería la última fotografía que se haría.
Después de compartir la imagen se quedó dormida y cinco horas después perdió la vida.
Lo que tenía Chloe no era una simple gripe, era meningitis, y la infección se propagó rápidamente en su cuerpo atacando su cerebro y sus órganos vitales.
Los estudiantes que viven en el campus universitario presentan un alto riesgo de desarrollar esta enfermedad, Chloe contrajo una rara cepa de meningitis a principios de noviembre del año pasado, tenía la cepa B que se transmite generalmente a través de la tos, y estornudos.
Los médicos aseguran que es probable que los estudiantes compartan utensilios de uso personal como cubiertos, bebidas o cigarrillos, permitiendo que los gérmenes se propaguen.
Ricky Boniface, padre de Chloe, declaró a los medios de comunicación: “Cuando ella se fue de la casa para empezar la universidad, hablamos sobre los peligros de caminar sola por la noche, conversamos sobre evitar que sus bebidas se confundieran cuando estuviera en un club. Nunca se nos ocurrió tocar el tema de la meningitis y sus síntomas”.
Si los padres de Chloe habrían conocido el riesgo de contraer meningitis le habrían dado la importancia que merece y por eso quieren ayudar a salvar otras vidas solicitando una vacuna gratuita para todos los jóvenes que sean menores de 20 años.
Cuando encontraron el cuerpo sin vida de Chloe en su habitación notaron que tenía una erupción color púrpura en el interior de sus brazos, un indicio de esta grave y letal enfermedad.
En medio del profundo dolor de sus padres por tan irreparable pérdida, aseguran que sienten consuelo al saber que la infección afectó el cerebro de Chloe mientras dormía.
Tarsha y Ricky, quieren crear conciencia sobre la meningitis y que todos sepan que puede afectar a cualquier persona sin importar su condición social, y su estado de salud. Aseguran que procuraban tener buenos hábitos de alimentación y acondicionamiento físico.
La afligida madre de Chloe insta a todos los padres a vacunar a sus hijos para prevenir desenlaces tan lamentables como el que tuvieron que sufrir.
Es admirable que tras haber perdido a su hija encuentren fortaleza ayudando a los demás, comparte su testimonio.