La imaginación de los niños no tiene límites, son capaces hacer de un pequeño trozo de papel un barco, o de una hoja, una nave espacial. De eso se pudo dar cuenta un ingenioso danés, y creó un juguete basado en piezas para armar que hizo feliz a varias generaciones. Y aunque su luz se apagó, dejó un hermoso legado al mundo.
Jens Nygaard Knudsen nació en Dinamarca el 25 de enero de 1942, y desde 1968 hasta el año 2000 se dedicó al diseño de juguetes en el recocido e icónico Grupo LEGO.
En los años setenta inventó uno de los juguetes más famosos en todo el mundo, las figuras en tamaño miniatura con sus extremidades móviles, que fueron lanzadas al mercado ocho años después con un éxito inimaginable.
Knudsen estaba casado con Marianne Nygaard Knudsen y tuvieron tres hijos, y dos nietos. A sus 78 años tuvo que ser internado en el hospital Anker Fjord de la localidad danesa de Hvide Sande durante semana, producto de una esclerosis lateral amiotrófica, y lamentablemente murió el 19 de febrero de 2020.
«Deja una cariñosa esposa, tres hijos, dos nietos y más de ocho mil millones de pequeñas personas de plástico llenas de vida gracias a la imaginación de los niños. Gracias Jens», ha dicho Stafford, uno de sus colegas y amigo.
Inicialmente las casas de juguetes de piezas armables estaban vacías, y al diseñador danés se le ocurrió la brillante idea de darle vida colocando personitas en miniatura, bajo la misma concepción de figuras para armar.
“Era un hombre de ideas. Creo las figuras para que hubiese vida en las casas. Hasta entonces las casas estaban vacías, pero entonces él dibujó esa figurilla”, dijo la viuda del diseñador fallecido.
Todos quienes los conocieron y trabajaron con él admiraban su inagotable creatividad para producir tantas ideas geniales.
“Su imaginación era fantástica. Si nosotros teníamos una tormenta de ideas, aquello era más bien un huracán, de la cantidad que él tenía”, aseguró Niels Milan Pedersen, excompañero de trabajo y diseñador de Lego.
La empresa, desde el primer momento, quedó encantada con la inventiva de Knudsen, y decidieron que la popular figura mantuviera el rostro de color amarillo, con una especie de sonrisa neutra.
También cuidaron detalles que distinguían al juguete Lego por su originalidad, no aludía a sexo ni razas, lo que permitió desarrollar en los niños una imaginación ilimitada.
No hay dudas de que Jens Nygaard Knudsen ha sido uno de los hombres que ha contribuido a la felicidad de muchos niños en el planeta y su legado siempre prevalecerá en nuestra memoria.
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