La mayoría de nosotros podríamos creer un poco más de todo lo que somos capaces de hacer, sin embrago, muchas veces nos saboteamos y dejamos de lado nuestros sueños porque pensamos que no podemos hacerlos realidad.
Esta historia nos trae a Ayaan, un niño de tres años que entona afirmaciones en una que repite una y otra vez mientras va camino a la escuela.
“Soy inteligente. Estoy bendecido. Puedo hacer cualquier cosa”.
Son algunas de las afirmaciones que Alissa Brielle, la madre de este pequeño de Nueva York le ha enseñado a su hijo para que siempre recuerde que él puede siempre alentarse a lograr sus sueños sin depender de nadie.
“Le enseñé a Ayaan esta afirmación positiva el año pasado cuando cumplió dos años con la esperanza de que algún día lo memorizara, lo entendiera y lo usara como una herramienta de motivación cuando él lo necesitara”.
Sin lugar a duda, los mensajes positivos refuerzan la autoestima, y escucharlo desde temprana edad es un practica que incrementa la autoconfianza.