En el año 2000, cuando tenía 4 años, Qian Hongyan era una niña de Yunnan, una provincia al sudoeste de China, y tuvo un terrible accidente que casi le costó la vida. La pobre perdió ambas piernas.
Su caso se difundió en el 2005 cuando la fotografiaron caminando con la ayuda de una pelota de baloncesto y dos bloques de madera, ya que su familia era muy pobre y su abuelo ideó esa solución para que no se lastimara al moverse.
Durante años fue llamada “la chica de la pelota de basquet”, pero su discapacidad no la detuvo para lograr sus sueños.
A los 4 años perdió sus piernas pero salvó su vida.
En su pueblo la conocían como «la chica de la pelota de basquet».
En el 2009 otra vez fue noticia al convertirse en la campeona nacional de natación en los Paralímpicos de China y en septiembre de 2015 ganó otra medalla de oro en los 100 metros de la final que se jugó en su provincia.
Qian Hongyan logró estas medallas gracias a la ayuda de donaciones y de su gran esfuerzo. El dinero le ayudó a estudiar en la escuela, pero sin embargo tuvo una niñez muy difícil. Su familia era muy pobre y al final tuvo que abandonar la escuela a los 11 años.
Pero la vida le dio otra oportunidad y la invitaron a participar en el equipo de natación de discapacitados de Yunnan, junto a otros niños con similares problemas. Sin piernas fue difícil para ella aprender a nadar, pero lo logró.
Qian comenzó a desarrollar un interés muy especial por la natación.
Su padre y su abuelo siempre estuvieron apoyándola.
Poco a poco la natación se convirtió en su pasión.
En pocos años había ganado medallas de oro, plata y bronce en su país, y su desempeño deportivo le ofreció la oportunidad de competir para representar a su país en los Juegos Paraolímpicos de Londres en el 2012. Lamentablemente, su abuelo falleció durante las clasificatorias y eso le afectó mucho. Ganó una medalla de bronce, pero no fue suficiente para ingresar en el equipo.
En el 2013 Qian tenía 18 años y obtuvo una nueva prótesis para sus piernas, lo que mejoró su calidad de vida aún más.
En el 2014 tuvo otra oportunidad y logró el sueño de representar a su país. Compitió en los Juegos de Río 2016, aunque no obtuvo ninguna medalla.
Poco a poco Qian mejoró su desempeño y comenzó a ganar medallas.
No fue fácil, pero nunca se dio por vencida.
En su país consiguió la medalla de oro más de una vez.
Y participó de los Juegos Paraolímpicos de Río 2016.
La historia de Qian es un ejemplo de superación personal, de esfuerzo y de constancia. Gracias a su espíritu inquebrantable tiene una vida normal. Su increíble lucha la ha convertido en una heroína en su pueblo, que vio cómo logró superarse desde la pobreza de su familia hasta participar en juegos deportivos internacionales representando a su país.
La joven es un ejemplo para todos.
¡No te vayas sin compartir la historia de superación de Qian!