Los avances en el campo de la medicina son verdaderamente impresionantes, por fortuna podemos encontrar respuestas y soluciones donde antes sólo había problemas.
Jennie Hill, de 42 años, tuvo problemas de fertilidad durante 16 años y tras su quinta pérdida espontánea fue diagnosticada con una translocación equilibrada, una afección que rompe los cromosomas del embrión en crecimiento provocando la interrupción involuntaria del embarazo.
Jennie y su esposo, John Hill de 42 años, fertilizaron un par de óvulos al mismo tiempo en 2016, pero optaron por congelar el segundo embrión después de que el médico les explicara el riesgo de tener gemelos de FIV, de perderse un embrión la probabilidad de que sobreviva el otro es muy baja.
“Esto era algo que no estábamos preparados para soportar, no queríamos perder a dos bebés”.
Después de quedar embarazada en el 2017 de Harper, su hija “milagrosa” la pareja está en la dulce espera de su hermana gemela 2 años después.
“Es una locura pensar que estoy embarazada de un bebé que fue fertilizado exactamente al mismo tiempo que Harper en 2016, por lo que son» gemelos médicos”.
Esta pareja ha gastado más de 58.000 dólares en tratamientos FIV para lograr tener la familia de sus sueños.
«Hicimos tres rondas de FIV y conseguimos fertilizar 47 óvulos, pero sólo 13 embriones lo lograron, durante el proceso de casi una semana hubo una serie de anomalías y óvulos de mala calidad, y finalmente solo un par sobrevivió».
Jennie dijo que ha soñado con ser mamá desde cuando sostuvo una muñeca en su niñez. Su corazón de hacia pedazos cada vez que su embarazo se interrumpía de 6 a 12 semanas. Cuando diagnosticaron su afección se sintió aliviada y se liberó de la culpa.
Jennie y John, celebran y agradecen después de tanto dolor en su lucha por la fertilidad, el cuarto integrante para completar la familia de sus sueños.
“El proceso de duelo no fue nada fácil y nos afectó mucho, pero esto hizo que nuestro matrimonio fuera aún más fuerte al ver lo mucho que nos amamos”.
Sarah, de 63 años y madre de Jennie se ofreció como madre sustituta cuando tenía 60 años, pero no fue necesario después de saber que Jennie podía quedar embarazada con FIV.
La pareja también consideró la adopción, pero le costaría 48.000 dólares, así que decidieron arriesgarse y tomar el camino por la Fecundación In Vitro. Ambos hicieron un extra en su trabajo usando parte del dinero para cubrir los costos.
Una vez que los óvulos fueron inseminados, probaron la genética de los embriones para ver cuáles podrían estar afectados por una translocación, finalmente solo quedó un par con posibilidad de supervivencia.
«Cada vez que quedaba embarazada pensaba que podía ser la única vez, por lo que me resultó difícil disfrutar del embarazo incluso con la FIV”.
No es fácil borrar la amarga experiencia de la pérdida de cinco bebés, sin embargo, después de tanto dolor y de haber sido diagnosticada todos los esfuerzos han valido la pena.
Harper llegó a sus vidas en el 2017 y su hermana gemela nacerá este año durante el mes de septiembre. Este es un caso que puede dar esperanza a otras familias, compártelo.