Existen cosas que son sencillas y simples de hacer y aportan beneficios maravillosos que mejoran la calidad de vida y contribuyen significativamente al bienestar general.
El uso de la hoja de laurel no sólo se puede preparar alimentos con ese toque especial, sino que también ella tiene grandes propiedades que favorecen al buen funcionamiento del sistema respiratorio y actuar como un excelente anti-inflamatorio.
Aunque es conocido que su sabor puede resultar un poco amargo si no se le da el tiempo adecuado en su cocción, existe una opción muy efectiva para usar esta hoja y aprovechar al máximo sus beneficios.
Cuando se somete al fuego una hoja de laurel se acelera la liberación de los compuestos activos contenidos en ella.
La inhalación del resultado de este proceso otorga al cuerpo extraordinarios beneficios que muchos desconocen. Es importante recordar que no es recomendable inhalar el humo directamente.
Inhalar este gratificante olor es equivalente a obtener los siguientes beneficios:
1.- Ayuda a reducir la ansiedad
Las hojas de laurel contienen un compuesto llamado linalol que ha sido objeto de estudio por parte de la Asociación Americana de Enfermeras Anestesistas por su efecto anti-ansiolítico, favoreciendo la interacción social.
El linalol comienza a tener efecto 10 minutos después de la inhalación de la hoja de laurel.
2.- Reduce la inflamación de las vías respiratorias
El micreno y eugenol son compuestos de las hojas de laurel y ambos poseen grandes propiedades anti-inflamatorias.
Cuando se produce la quema de una hoja de laurel, estos compuestos pasan a estar suspendidos en el aire y una vez inhalado ayudan a reducir cualquier inflamación respiratoria. Realmente es muy efectivo cuando se sufre de alergias o resfriado.
También son usados con mucha frecuencia en terapias para la reducción del estrés.
Es muy importante que aprender a quemar correctamente las hojas de laurel para que sus beneficios puedan ser aprovechados al máximo.
Se coloca las hojas de laurel en un cenicero, para que pueda ser quemada sin riesgo. Se deja que el fuego consuma las hojas de laurel en la habitación con la menor ventilación posible, con la finalidad de que el aroma se concentre.
Davidwolfe
Se puede salir de la habitación unos minutos y al regresar se debe soplar las brasas y respirar profundamente.
Es importante mantener el fuego alejado de los niños y hacer este procedimiento en un envase resistente al calor.
Comparte con tus amigos y familiares esta manera fácil, accesible y simple de obtener grandes beneficios para la salud.