Para una persona con discapacidad la vida en algunas ocasiones se puede tornar más difícil que para una persona común, pero a pesar de sus limitaciones la mayoría son ejemplos de optimismo y superación, demuestran que si se quiere se puede y que siempre se pueden alcanzar las metas.
Rachel McCairns, de 31 años, originaria de Roseworth en Stockton-on-Tees, es una mujer que sufre de diabetes y debido a su enfermedad tuvo que someterse a una intervención quirúrgica para que una de sus piernas fuera amputada hace 5 años.
Después de perder su pierna esta valiente mujer aprendió a valerse por sí misma a pesar de la dificultad, aprendió a caminar con una prótesis y a encontrar un empleo para poder mantenerse; sin embargo, la vida no deja de ser difícil pues Rachel cuenta que en algunas oportunidades debe arrastrarse al baño por su condición.
Debido a su discapacidad esta mujer de 31 años recibía un pago benéfico que le es otorgado a personas con discapacidad; pero tristemente, el pasado diciembre del año 2017 recibió la terrible noticia de que perdería este beneficio.
Esta noticia marcó un punto crucial en la situación económica de la mujer, ya que perder esta ayuda la deja con muy poco dinero para sus gastos, incluso en este momento puede perder su hogar y ser desalojada por falta de dinero.
Esta situación ha llevado a Rachel a sumirse en la tristeza, incluso comenta que “ha pensado en rendirse” y, a pesar de su estado emocional, la mujer se ha enfrentado a infinitas apelaciones legales para defender su caso y no perder su pago de incapacidad.
Además de todos los problemas económicos por lo que esta mujer está pasando, puede enfrentarse a una segunda intervención médica para que su otra pierna sea amputada debido a sus problemas con la diabetes.
Rachel cada día debe enfrentar sus problemas de salud y económicos y tratar de resolver ambos, incluso la mujer ha tenido que pedir dinero prestado a sus familiares y amigos para poder pagar su renta y a pesar de eso se preocupa por que le alcance para al menos comprar un poco de pan.
Esta mujer ha tenido que pasar por muchas cosas por su enfermedad; desde pequeña ha tenido que inyectarse insulina para controlar su condición y a pesar de todo sufrió una afección que la hizo perder su pierna.
Hoy lucha para no perder su otra pierna mientras apela a la justicia para recuperar su pago por incapacidad pues ahora la necesitara más que nunca.
Nuestros mejores deseos para Rachel, ayuda compartiendo su historia y haz eco de la realidad que vive.