Raúl Andrade y Belinda Montoya comenzaron una relación amorosa hace trece años como fruto de su amor trajeron dos hijos al mundo. Cuando él recibió el diagnóstico de su dura enfermedad su familia se sintió devastada ante la incertidumbre de lo que pudiera pasar, no sabían cómo explicarles a sus niños que el estado de salud de papá era muy grave.
Los médicos confirmaron que padecía cirrosis hepática avanzada, y lamentablemente no podían hacer nada para salvar su vida, además, le dijeron que debido a su estatus migratorio no era apto para ser sometido a un trasplante de hígado, le preguntaron si quería regresarse a México.
“Me dijeron que me daban unas semanas de vida, que las disfrutara junto a mis hijos. Vivo el día a día, le doy gracias a Dios cada vez que me despierto y pienso que tengo otro día más”, dijo Raúl.
“Lalín”, como cariñosamente llamaban a Raúl, perdió su lucha contra la cirrosis, pero antes logró cumplir su último deseo: casarse con Belinda.
El pasado sábado 06 de abril contrajeron matrimonio cuando a Raúl le quedaban pocos días de vida.
“Siempre quisimos casarnos, aunque nunca pensé que sería de esta manera”, dijo Belinda quien relató que los últimos días de Raúl fueron muy felices.
“Él estuvo contento porque muchos familiares lo acompañaron en la celebración del matrimonio, eso era lo que más le gustaba: compartir con sus seres queridos”, dijo su esposa.
Muchos familiares y amigos e incluso personas desconocidas se sumaron a una campaña de solidaridad para hacer posible que Raúl y Belinda celebraran su boda.