La agresividad es una característica de las especies. Vemos cómo los animales se pelean, pero lo hacen por competencia para alimentarse, por instinto o por defensa propia. Pero, ¿y nosotros los humanos? ¿Somos agresivos por naturaleza?
Un conductor particular le pidió a un chofer de transporte público que no tirara basuraa la vía. Sin embargo, el conductor de autobús, en lugar de hacerse a un lado y considerar que había hecho mal ensuciando la ciudad le cerró el paso.
De inmediato, bajó enfurecido de su unidad U-061, matrícula 724 644 G, para increpar con insultos y groserías al otro conductor de un automóvil marca Nissan. Y es que, en esta historia no estamos hablando sino de conductores iracundos. De gente quien, al igual que nuestro protagonista, cambia completamente cuando se sienta al volante.
Una vez que termina de proferir la serie de improperios injustificadamente, busca la forma de agredirlo y atentar contra su vehículo.
En el video compartido en sus redes sociales por el agredido, identificado como Jaaziel Carmona, se observa el momento exacto en que el sujeto se devuelve al autobús y saca un extintor para intentar dañar las ventanas y la carrocería de su vehículo.
Trata de golpear a @jazziel004 a través de la ventana trasera, sin éxito. De modo que, el autobusero rompe sin más el cristal del lado del conductor, golpea la carrocería y luego se va. El hecho ocurrió a la altura de Federalismo, donde se ubica la base de la policía, así como la de bomberos de Zapopan, en el estado de Jalisco, México.
“Por exigir una ciudad limpia, uno no puede arriesgar su integridad física y hasta su vida. Es increíble, estoy que no me la creo, de verdad, personas así de desequilibradas deberían estar en la cárcel o recibiendo tratamiento psiquiátrico, no manejando un autobús de pasajeros”, escribió @jazziel004.
Ante la denuncia de este usuario ofendido, la Secretaría de Transporte Público de la localidad mexicana respondió que hará todos los trámites pertinentes para procesar y canalizar el reporte al área de Supervisión.
“Las investigaciones del caso están abiertas. No permitiremos más actitudes como esta en nuestras carreteras”, aseguró un portavoz.
Conducir y compartir la vía con los demás es una actividad social. Así, los conductores que deciden no respetar las normas de convivencia, ni mostrar un mínimo de respeto y empatía por sus congéneres se convierten en un auténtico problema.