Rebecca Zeni fue una talentosa mujer que vivió trabajando sin parar para poder lograr sus sueños. Desde muy temprana edad emprendió su carrera como modelo en Nueva York, e incursionar en el mundo del espectáculo en una estación de televisión en Chicago. Sin importar los altibajos de la vida siempre siguió con la cabeza en alto.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Zeni trabajó en un astillero naval para subir la moral de los soldados
Lamentablemente, tuvo que pasar los últimos años de su vida en un asilo para ancianos en donde fue sometida a los peores tratos y negligencias que terminaron acabando con su vida. En un asilo de Georgia de la compañía PruittHealth, Zeni murió tras una dolorosa agonía. Los ácaros y las garrapatas fueron acabando lentamente con su vida
Zeni falleció cuando ya había cumplido 93 años de edad.
Lance Lourie, un abogado de su familia, explicó a los medios que están demandando al asilo por permitir que la salud de Rebecca llegara a un estado tan deplorable sin hacer nada por ella. La autopsia explica claramente que murió por una septicemia causada por la sarna.
“Los ácaros y parásitos se arrastraron bajo su piel y se instalaron allí poniendo huevos en todo su cuerpo”.
Todo parece indicar que en el año 2013 hubo un brote de sarna en el asilo pero no fue notificado a los familiares ni tratado debidamente. Pamela Puryear, la hija de Rebecca asegura que había visitado constantemente a su madre y había notado que sufría de una extraña irritación en la piel desde el 2013.
“Ella tenía una irritación y su hija no paraba de intentar llegar al fondo del asunto. El asilo sabía que varios pacientes tenían sarna pero lo ocultaron. No lo contaron a los otros familiares”.
El abogado asegura que el Departamento de Salud Pública de Georgia fue notificado en múltiples ocasiones de lo que sucedía en este asilo pero nunca realizaron una debida inspección en el lugar. El único momento en que Pam logró confirmar lo que sucedía con su madre fue un día antes de su muerte.
Le indicaban que se trataba de una simple irritación pero realmente se trataba de sarna. El problema había llegado tan lejos que una de de las manos de Rebecca estaba casi completamente negra.
“En una conversación con uno de los empleados se habló de la necesidad de tener cuidado con la mano de la señora Zeni porque tenían miedo de que se desprendiera por completo de su cuerpo”.
Tras muchas investigaciones los abogados de la familia han descubierto el alarmante secreto tras la muerte de la pobre Rebecca.
“Pasó sus últimos seis meses de vida en constante dolor. La estaban comiendo literalmente de adentro hacia afuera”.
Exigimos que se llegue al fondo de esta muerte tan irresponsable y que se logren tomar las medidas necesarias para velar por la salud de tantos ancianos que viven en estos asilos.
No dudes en compartir este impactante caso para sumar tu voz y exigir que se haga justicia con el caso de Rebecca Zeni.