Para las personas de la tercera edad pasar tiempo con su familia y sentirse amados es esencial, los mayores merecen disfrutar de condiciones idóneas y vivir satisfactoriamente.
Antes, debemos comprender que para tener una tercera edad activa y feliz, es necesario involucrar a la familia, pues la vejez es una etapa más de la vida, y como tal, se debe disfrutar.
Sin embargo, la realidad para un gran porcentaje de esta población es completamente diferente, son muchos los abuelitos que pasan sus días completamente solos, encerrados en sus casas o abandonados en asilos.
Una mujer recibió una carta que cambió su vida para siempre
Esta es la historia de una abuelita que en medio de su soledad sintió una impulsiva necesidad de tener un amigo. Wanda es el nombre de la abuelita de 90 años que de manera misteriosa decidió escribirle una carta a su vecina, Marlene Brooks, para pedirle que fuera su amiga.
Todo comenzó cuando un día Marlene llegó a su casa y encontró en su buzón una carta que decía:
“¿Considerarías convertirte en mi amiga? Tengo 90 años, vivo sola. Todos mis amigos han fallecido. Estoy tan sola y asustada. Por favor, rezo por alguien”.
Si bien Marlene nunca antes había tratado con Wanda, resultó que la abuelita vivía solo dos casas más abajo al otro lado de la calle.
Marlene, durante todos estos años estaba convencida que en la casa no habitaba nadie debido a lo silencioso del lugar.
Nunca imaginó que su nueva mejor amiga sería su vecina de 90 años.
Tras recibir la carta, decidió ir a la casa de Wanda quien se sorprendió verla cuando abrió la puerta, la abuelita nunca imaginó que su petición de amista fuera respondida. Ese fue el principio de una nueva historia para ambas, afortunadamente, hubo una conexión especial y con el paso del tiempo han logrado fortalecer el vínculo.
Ya ha pasado algún tiempo desde entonces, ahora Wanda vive en un hogar de ancianos pero su amista con Marlene sigue intacta.
La emotiva carta motivó a Marlene abrir un grupo de apoyo para los abuelitos.
La amable mujer se encarga de visitarla varios días a la semana y la hace saber con sus acciones lo especial que es su vida, incluso lleva a su esposo e hijos para que sienta que es parte de una familia.
Marlene destaca que no pasaba mucho tiempo con su abuela antes de morir, por lo que siente que compartir tiempo de calidad con Wanda es una especie redención.
Wanda agradece infinitamente todos los gestos de amor que ha recibido.
La historia de esta abuelita la ha impactado tanto que incluso creó su propio grupo para terminar con el aislamiento que las personas mayores pueden sentir a medida que envejecen. El grupo se llama Pen Pals For Seniors.
Cuando le preguntan a Wanda su opinión acerca de las personas que se sienten aisladas y solas dijo:
“Quiero decir, podría ser cualquiera de nosotros, y nadie debería sentirse así, nunca”.
Esta dulce abuelita ha encontrado una nueva amiga que de manera desinteresada le ha expresado todo su amor.
Para Wanda, fue Dios quien envió la carta, hoy día sigue disfrutando de ese ángel hecho mujer que Dios le envió para que termine de disfrutar los mejores años de su vida. Nos alegra saber que ya no estará tan sola y tiene alguien que vele por ella.
A veces estamos tan ocupados corriendo en este mudo cada vez más agitado que olvidamos que el tiempo pasa y nuestros abuelos ya no estarán.
Ningún abuelito debería sentirse solo, valoremos su presencia y hagamos que la bondad de su amor quede impregnada en nuestra alma. Comparte esta historia y no olvides demostrarles a tus abuelos cuánto los amas.