La familia Newton, de El Dorado Hills, California, fue sorprendida tras recibir una carta anónima que manifestaba la queja de sus vecinos por los ruidos que hace su hija de 6 años, Kayla Newton, quien tiene autismo no verbal.
Para los Newton no fue nada agradable leer esa carta, confiesan que jamás pensaron que podían recibir algo así. El contenido expresaba la incomodidad de sus vecinos por los ruidos que hace su hija para poder comunicarse.
Mónica Newton, la madre de Kayla, explicó que la única manera que tiene su hija para comunicarse es a través de ruidos y gestos.
«Es una forma para que ella saque su energía y se relaje. Estos ruidos la calman», dijo Monica.
La carta está firmada por «sus vecinos» y dice que los sonidos emitidos por la niña les causan angustia y además, les dificulta trabajar desde casa.
«Puede ser que lo sepa o no, pero muchos de nosotros estamos siendo afectados por los largos períodos en los que su hija chilla durante el día«, decía la carta.
Los Newton, quienes han vivido en la comunidad durante 3 años, revelaron que realmente quedaron desconcertados y llenos de mucha tristeza por la reacción de sus vecinos.
“Por favor, sepa que sentimos empatía por usted en esta situación tan difícil. Pero desafortunadamente estamos bastante preocupados por esto ya que tiene un impacto muy real en nuestra paz y tranquilidad, así como en el disfrute y uso de nuestros patios traseros”, era parte del escrito de la carta.
Monica dijo que siente dolor por su hija, quien ha pasado horas y horas en terapia haciendo lo posible por aprender a hablar.
«Es muy doloroso leer esas cosas. Ella es nuestra hija. Si podemos ayudarla, lo haremos”, dijo Mónica.
Salir al aire libre y expresarse es la oportunidad de Kayla de tener libertad, drenar y sentirse segura.
“Para que alguien diga que está chillando y está arruinando su vida, ¿Qué hay de su vida? ¿Qué hay de ella? Es una niña, tiene tan solo 6 años», dijo Mónica.
La familia aseguró que harán frente a la situación aplicando todo lo que han aprendido para desarrollar las habilidades para atender a su hija durante todos estos años.
«Hay todo un mundo que la gente no ve y que padres como nosotros experimentamos día a día». Kevin Newton, padre de Kayla.
La pareja dijo que no cree que la denuncia provenga de vecinos cercanos. Los padres de Kayla aseguraron que están haciendo lo mejor que pueden en medio de esta pandemia, pero no es nada fácil.
Kayla se expresa con gritos, ruidos y gestos, ella disfruta mucho pasar tiempo en los espacios abiertos cerca de su casa donde también le pueden dar pataletas propias de su condición, nunca han querido molestar a nadie.
Comparte esta historia de los Newton, para quienes recibir esa carta fue muy hiriente. ¿Qué harías tú si fueras vecino de Kayla?