El corazón de un niño guarda un sinnúmero de emociones y recuerdos, cuando reciben acciones que son significativas en su vida las conservan en su memoria. Así le ocurrió a una niña en Brasil, quien recibió un gesto noble de una desconocida. Al crecer la encontró, le tendió la mano y le ofreció ayuda.
Danielly, una niña de catorce años de Mossoró, Brasil, fue con sus maestros y un grupo de compañeros de su escuela pública a una actividad recreativa en un centro comercial.Pasaron por la sala de cine 6D donde trabajaba Renata Correia, que tenía 29 años, en ese entonces.
“Tenían curiosidad y fueron a preguntar el valor de la entrada. Pero vi que la mayoría de ellos pensaban que no tenían dinero para comer y entrar al cine al mismo tiempo”, dijo Renata.
La joven los llamó para que tuvieran una sesión de diversión gratis ¡Un hermoso gesto de su parte! especialmente porque eran niños de escasos recursos. El grupo de niños respondió con emocionada algarabía, y se acercaron a su benefactora expresándole mucho cariño.
“Se enloquecieron de alegría, me besaron, me abrazaron. Comenzaron a gritar mi nombre en coro. El área de comidas se detuvo, ¡sentí como si fuera Xuxa! Fue tan dulce que los dejé entrar dos veces”, relata la mujer.
Fue un día maravilloso en la vida de los 33 pequeños, algunos no conocían un centro comercial. Los maestros estaban contentos y agradecidos con Renata.
Los años pasaron, y cuando Danielly tenía dieciocho años, se encontraba en la maternidad porque había tenido su primer bebé, era prematuro y lo tenían ingresado en cuidados intensivos.
Estaban esperando que pasaran al niño a otra área, en cuidados intensivos no se permitía que las madres se quedaran. Danielly vivía en el campo, y era complicado ir a casa y volver. Su madreestaba con ella apoyándolay tenía que dormir en el suelo.
Por cosas del destino, en el mismo centro de salud se encontraba Renata, dio a luz a su segundo hijo y le practicaron una cesárea. Dani estaba con su mamá cuando vio a Renata en una habitación después de la cesárea, y de inmediato la reconoció.
Los recuerdos vinieron de inmediato a su mente, y desde ese momento la ayudó todos los días.
“Cuando salí del quirófano y fui a la habitación, estaban la joven y su madre. Mi esposo no entendió de lo que estaba hablando. De repente, esta joven comenzó a explicar quién era, lo que quería”, dijo la sorprendida Renata.
Danielly dentro del círculo rojo en la foto del recuerdo
Dani le comentó a su madre que ella era la chica que trabajaba en el cine, el día de la salida con sus compañeros de la escuela.
Para Renata la ayuda de Dany fue como caída del cielo, no contaba con apoyoen los días de hospitalización, su madre había muerto hacía unos años de cáncer, y no tenía contacto con su hermana menor.
“Estoy muy agradecida con ellas. Porque me vi sola y estaban allí en una situación muy difícil y, sin embargo, ellasayudaban a una ‘desconocida’, por una tontería que hice en el pasado», contó Renata.
Le ofreció a Dani su casa para que se albergara mientras su bebé se recupera, pero ya habían logrado con el director del hospital, tener un espacio en el área de madres de niños prematuros.
El esposo de Renata está desempleado, pero ayudan a Dani con cosas para el bebé, y tienen fe de que saldrá bien.La vida unió a estas dos mujeres, y ahora se ayudan mutuamente. ¡Son lecciones dignas de aprender e imitar!
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