El buceo es una práctica muy interesante. Y lo es más cuando combinas el buceo y la búsqueda de tesoros en las profundidades. Cuando te sumerges en un coral marino o en el lecho de un río, seguramente podrás encontrar cosas sorprendentes, pero no tan inusuales como la que halló Michael Bennett en Carolina del Sur.
Este popular buzo, quien es una especie de youtuber que se dedica a buscar tesoros, encontró algo que nunca pensó en sus largas jornadas bajo el agua. Nada más y nada menos que un teléfono celular. Un iPhone con su carcaza de protección contra el agua.
La sorpresa de Michael no había terminado, puesto que al llegar a casa, ¡comprobó que el teléfono móvil todavía funcionaba!, su plástico protector ayudó a conservarlo.
Cuando intentó acceder a su sistema pudo darse cuenta que estaba bloqueado, por lo que decidió sacar el sim card y probarlo en su propio teléfono para tratar de encontrar un contacto y así comunicarse con el dueño del aparato.
“¿Quién se atreve a lanzar su iPhone al agua?, no creo que muchos estemos de acuerdo con este experimento. Pero quien sabe, a lo mejor alguien lo rescata y te lo regresa”, comentó bromeando un internauta.
El teléfono en cuestión resultó ser de una muchacha de nombre Erica, quien agradeció muchísimo el hallazgo. ¡Más de 15 meses tenía de haber perdido el equipo!,nunca pensó que volvería a verlo hasta conocer la noticia de Michael.
“Ojalá que Erica no haya tenido fotos privadas porque sino qué vergüenza, jajaja”, mencionó bromeando otra internauta.
La sorpresa del joven buzo fue aún mayor cuando Erica le comentó que el teléfono tenía un tesoro en su interior: mensajes de texto y fotografías de su padre ya difunto. Ahora Michael se ha convertido en una suerte de ángel de las profundidades de las aguas.
“Qué coincidencia tan bonita, ahora podrá tener esas invaluables fotos y mensajes de su padre ausente. La vida nos sorprende siempre, sin duda”, dijo conmovida otra internauta.
Los teléfonos móviles no suelen tener mucha suerte con el agua. Sin embargo, en esta oportunidad, afortunadamente este equipo resistió hasta ser encontrado.
Aunque fue de pura casualidad, su aparición trajo alegrías para su dueña y por supuesto para el joven Michael, quien no solo tuvo un peculiar encuentro, sino que hizo algo bueno por alguien.
Definitivamente, otra gran historia que Michael contará a los seguidores de su canal. Pareciera que el azar juega con nosotros y le da sentido a los refranes, porque aquí se confirma que “el que busca, encuentra”.
Comparte esta inusual historia entre tus amigos y familiares para ver si quieren poner a nadar a sus queridos iPhones.