El pasado mes de octubre, el robusto Goliath, un semental salvaje de 26 años, fue separado de su manada mientras deambulaba por las estepas de Wyoming debido a una redada efectuada por los helicópteros de la Oficina de Administración de Tierras.
Este organismo se encarga de limpiar la zona de caballos salvajes de tal manera que los rebaños de ganado puedan pastar y los mineros puedan explotar los yacimientos de la zona.
Dentro del rebaño que estaba siendo acorralado se encontraba la compañera de Goliat: Red Lady. El semental defendía a su rebaño de manera absoluta, demostrando que los vínculos que se establecen entre entre ellos son sumamente fuertes.
Finalmente fue enviado a un centro de detención en Utah con otro grupo de sementales mientras que las yeguas y sus bebés fueron a una instalación diferente. Fueron puestos en adopción o enviados a instalaciones permanentes, nunca volverían a vagar por las llanuras.
Red Lady fue puesta en adopción y una mujer en Colorado hizo una oferta y se la llevó a su casa. Entre quienes presenciaban la acción se encontraba Clare Staples, fundadora y presidenta de Skydog Ranch, un santuario para caballos en Oregón y California.
Ella decidió emprender una cruzada para reunir nuevamente a Goliath con su compañera tras enterarse que la yegua esperaba un bebé. Quizás a raíz de esta circunstancia Red Lady se negaba a ser domesticada.
Cuando se supo que Skydog Ranch intentaba salvar a Goliath, las noticias llegaron al adoptante de Red Lady en Colorado, quien se puso en contacto con Staples. Ella también quería enviar a Red Lady al santuario de 9,000 acres en Oregon para que, si Staples ganaba la apuesta por Goliath, la pareja pudiera reunirse.
«Ella quería que se reuniera con Goliat para poder tener a su potrillo en paz y vivir para siempre juntos”, dijo Staples.
Las circunstancias se estaban mostrando propicias, pero aún no estaban seguros de si atraparían a Goliath. “Transportamos a Red Lady y esperamos la adopción, estábamos aterrorizados de que no ganaríamos la oferta”.
Pero las pequeñas donaciones se sumaron y pronto Staples se dio cuenta de que habían ganado la apuesta por la libertad de Goliat. El adorable semental llegó al santuario a la semana siguiente.
Los equipos de rescate observaron mientras Goliath saltaba del remolque hacia el extenso campo totalmente cubierto de nieve. Corrió y corrió, como si supiera que finalmente estaba en casa.
Al reencontrarse con Red Lady, posó la nariz sobre su vientre como reconociendo la vida que en su interior se estaba gestando. Una escena totalmente adorable.