Es bien sabido que el COVID-19 ha acabado con la vida de más de un millón de personas a nivel mundial, mientras que otras miles enfrentan una gran batalla por sobrevivir y pasan sus días en el hospital conectados a un respirador.
Si bien las posibilidades para muchos son mínimas se aferran a la vida y mantienen la esperanza de que puedan regresar a casa con sus seres queridos.
El protagonistas de nuestras historia pasó 222 días luchando en el hospital contra el virus.
Esta es la historia de Ali Sakallioglu, un hombre de 57 años de edad, que estuvo en riesgo de que desconectaran su máquina y se despidiera por siempre de sus hijos.
Ali vive en Catford, al sur de Londres.
Por tres ocasiones Ali se despidió de sus familiares y se convirtió en el paciente de COVID-19 con mayor estadía en el hospital de Gran Bretaña.
Sin embargo, y a pesar de su difícil diagnóstico la vida le dio una nueva oportunidad y finalmente podrá celebrar Navidad en casa después de ser dado de alta recientemente.
Sin ninguna posibilidad de sobrevivir Ali siente que es un verdadero milagro que pueda celebrar Navidad.
Sin duda, Ali recibió el mejor regalo de Navidad y podrá compartir estas fechas festivas en compañía de sus hijos y nietos.
Tras superar esta terrible experiencia el hombre comenta al respecto:
“No me dieron ninguna posibilidad de sobrevivir, por lo que se siente como un milagro poder celebrar la vida. En tres ocasiones diferentes llamaron a mi hija y le dijeron que llamara a todos porque yo no iba a sobrevivir.”
Ali demostró que un diagnóstico no determina el final de la vida y ganó la batalla contra este virus que tanto daño ha hecho.
El hombre destaca que tendrá mucho cuidado porque quiere disfrutar esta y todas la Navidades que vengan al lado de quienes tanto ama. Dijo:
“Espero que mi historia de esperanza a las familias que tienen seres queridos en el hospital.”
El hombre esta infinitamente agradecido con todo el personal del hospital y su familia que siempre estuvieron al pendiente de él. Sus hijos Ali de 38 años, Seniz de 36 años, Ayse de 34 años, Jay de 32 años y Yasemin de 31 años tuvieron que pasar por la terrible escena de despedirse de su padre mientras usaban equipos especiales.
Por suerte, se convertirá en un amargo recuerdo y podrán disfrutar de su padre en estas fechas de amor y unión familiar.
Jay, uno de sus hijos comentó:
“Esperanza era todo lo que teníamos y sabíamos que no se rendiría. Es increíble tenerlo aquí para Navidad. Es el mejor regalo que podríamos haber pedido.”
Si bien Ali desea volver a la normalidad lo antes posible y poder trabajar en su taxi lo que más desea es que pueda haber una vacuna que ponga fin a tanta crueldad.
Ali es un hombre afortunado al poder disfrutar de esta Navidad desde la comodidad de su hogar y con su familia pero aún hay muchas personas enfrentando esta gran batalla.
Por favor, no nos descuidemos y ahora más que nunca cumplamos con todas las medidas de bioseguridad. Nuestro mayor deseo para esta Navidad es que todos lo que están luchando en un hospital logren ganar la batalla. Comparte y unamos en oración por todos lo que han perdido un ser querido y aquellos que siguen luchando.