La educación universitaria es un privilegio al cual no pueden acceder todos los jóvenes del mundo. Frente a esta realidad muchos de ellos junto a sus familias deciden planificarse y ahorrar para cuando llegue el momento de elegir una carrera profesional.
Esos eran los planes de Alondra Carmona, estudiante de último año que ha renunciado a sus ahorros por una buena causa.
La joven de 18 años que planeaba cubrir sus propios gastos universitarios ha tenido que renunciar a su fondo para ayudar a su madre a pagar el alquiler.
Alondra estudia en YES Prep East End de Houston, Texas, y recientemente fue aceptada en Barnard College, una universidad de artes liberales de la Ivy League para mujeres ubicada en la ciudad de Nueva York. Pero ahora su futuro se ve cuesta arriba.
Desde que inició la pandemia la situación en casa de esta joven se complicó y hace tres meses que su madre, Martha Zepeda, quedó desempleada.
La situación condujo a un retraso en el pago del alquiler y Alondra dispuso de sus ahorros para pagar el techo en el cual viven.
En el 2018 la joven se ganó 1.000 dólares, tras completar una pasantía de investigación de cáncer de cuello uterino de seis semanas en la Universidad de Rice. Pero nada más el pago mensual del alquiler equivalen a 800 dólares.
A principio de mes, la familia fue desalojada por una morosidad de 2.000 dólares y en ese momento Alondra decidió darle a su madre 1.800 dólares de sus ahorros para ayudarla a solventar el problema.
Aún quedaban 200 dólares por cubrir, así que Carmona y su madre se están hospedando en casa de su hermana mayor Claudia Pérez.
Aunque a Alondra le duele haberse desprendido de su dinero, se siente bien con la decisión que tomó.
«Ella siempre ha sido madre soltera y trabajaba por las noches cuando yo era pequeña. Mis hermanas y yo nos quedábamos solas en casa… era muy difícil, pero ella hizo sacrificios para que tuviéramos una vida mejor», dijo Carmona.
Pero no todo se pinta gris en la vida de esta chica.
Al ser admitida en el Barnard College, Alondra ganó un paquete de ayuda financiera de hasta 60.000 dólares. Además, la chica decidió iniciar una campaña de GoFundMe para obtener ayuda suficiente y así poder culminar sus estudios.
Alondra ha soñado con ser médico desde pequeña y planea convertirse en neurocirujana, además de especializarse en estudios latinoamericanos para ayudar a su comunidad.
Sin duda está chica es un ejemplo digno de aplaudir, no sólo tiene objetivos fijos sino un gran corazón y es tan decidida que seguro en un par de años estará alcanzando su metas.
Alondra es la clase de jóvenes que el mundo necesita, comparte su historia y apóyala reconociendo su esfuerzo y ejemplo. ¡Buena hija, buena estudiante y pronto profesional, felicidades!