Una perrita que vive en las calles debe enfrentarse diariamente a muchísimos obstáculos, carencias y malas experiencias. Por si fuera poco, al no ser cuidada adecuadamente, su cuerpo comienza a resentirse y a enfermarse, sumiéndola en una profunda tristeza.
Esta perrita se atrevió a pedir la ayuda que nadie le había brindado
Grace es una peluda perrita que deambulaba por las concurridas calles de Nueva York, en los Estados Unidos. En esa zona trabajan arduamente los rescatistas del refugio SNARR Animal Rescue Northeast.
Su lema es “dar esperanza a los desamparados”, pero son tantos los perritos sin hogar que les es imposible poder auxiliar a todos.
Grace ya había esperado ser ayudada durante mucho tiempo. Por eso, decidida a cambiar su tormentosa vida, arribó a las instalaciones de SNARR, colocándose firmemente en la entrada para que los rescatistas pudieran observar el mal estado en que se encontraba y pudieran ayudarla.
Se cree que la perrita llamada Grace vivió toda su vida entre las calles de Nueva York
Para los rescatistas fue impresionante encontrarse con la pobre Grace. Su pelaje estaba sucio, enmarañado y necesitaba un corte con urgencia; además, tenía lesiones sin tratar y padecía tanto que no podía evitar derramar lágrimas.
A causa de haber permanecido por tanto tiempo en la calle, las infecciones sin tratar de la pequeña ocasionaron que perdiera la vista y, por supuesto, esa condición la hizo aún más vulnerable a los riesgos de la calle.
La perrita fue recibida de inmediato por los rescatistas
De inmediato, los rescatistas tomaron delicadamente a Grace para que pudiera comenzar a ser tratada veterinariamente.
Le dieron un merecido baño y procedieron a cortar su abundante pelaje, fue ahí donde comprendieron lo mal que se encontraba y lo urgente que precisaba ser cuidada.
Decenas de gusanos comenzaron a brotar del cuerpo de Grace mientras los rescatistas cortaban su pelo. Fue ese hecho lo que les partió el corazón a todos en el lugar.
“Cuando en el refugio comenzamos a afeitar a Grace, Estaba tan infestada e infectada que había bichos en su cuerpo”, señaló el SNARR.
Además de la plaga de gusanos, Grace también fue diagnosticada con piometra, una aguda infección en su útero y en todo su sistema reproductor. Realmente todo su organismo estaba infectado.
Si Grace no hubiese acudido por su propia cuenta a solicitar ayuda, probablemente su cuerpecito habría colapsado, rendido por sus múltiples afecciones que todos a su alrededor habían ignorado durante años.
Grace continúa siendo tratada por la clínica veterinaria del refugio. Cada día es un nuevo comienzo esperanzador para la pequeña, aún le queda mucho camino por recorrer, pero no cabe duda que lograra recuperar su salud.
Además de sus malas condiciones físicas, la perrita deberá ser tratada emocionalmente hasta conseguir erradicar toda secuela de su pasado que le ocasione tristeza o malestar y le impida transformarse por completo en ese bello ser que siempre ha sido y que ha mantenido cautivo bajo su excedente pelaje.
“Ni siquiera queremos saber las situaciones que soportó esta pobre chica. Ahora está a salvo con SNARR y hoy la llevamos de urgencia a nuestro veterinario”, dijo el refugio.
Ayudar a tantos perritos sin hogar es un arduo trabajo que requiere de la colaboración de tantas personas sea posible. Para seguir cuidando de Grace y muchos otros perritos, el refugio precisa de donaciones. Si quieres aportar tu granito de arena con el cuidado de los peludos del SNARR, da clic aquí.
¡Ayuda a que más perritos sean recibidos en el refugio!
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Grace es el más claro ejemplo del impacto que pueden tener las buenas acciones. Fue auxiliada para transformarse en su mejor versión y después podrá ser adoptada por una familia.
Como esta perrita, muchos animales aguardan su oportunidad de recibir ayuda. ¡No los desampares!