El cautiverio es una condición triste para cualquier animal; a veces, el encierro de estos animales está «justificado» en el servicio de la ciencia y la preservación de la especie, otras veces por entretenimiento. En todos los casos causa mucho sufrimiento a los pobres animalitos.
La mayoría de los recintos o espacios de animales para entretenimiento no cumplen con las comodidades necesarias para el animal, y son obligados a estar en una fría celda que atenta contra su higiene, nutrición, descanso y sobre todo, su libertad.
Balú, una osa parda de 2 años, vivió toda su vida confinada en un recinto de tan solo 5 metros cuadrados en Artashat, Armenia. Su vida de encierro se debía a que era propiedad de un hombre de la zona que la mantenía cautiva para tratarla como trofeo o un accesorio lujoso y también para elevar su estatus entre los vecinos de la zona.
Mientras el hombre aumentaba su estatus social, la osa Balú, cada vez era más miserable. Durante toda su vida ella era alimentada con gaseosas y dulces, y jamás limpiaron su jaula durante los 2 años que permaneció encerrada.
Afortunadamente para la osa, varias organizaciones se unieron para crear un maravilloso proyecto. Rescate Animal Internacional se asoció con la Fundación para la Conservación de la Vida Silvestre y los Bienes Culturales para crear el plan, The Great Bear Rescue.
El proyecto The Great Bear Rescue, se encargará de rescatar a los osos cautivos de Armenia, debido a que en el pequeño país se encuentran más de 80 osos en la misma situación de Balú. Usualmente, estos osos son utilizados como atracciones o entretenimiento y son exhibidos en restaurantes o en paradas de autobuses.
El recinto estaba sucio. Es poco probable que alguien lo haya limpiado, por lo que la pobre Balú vivía en el barro, la orina y las heces. Debe haber olido terriblemente”, indica Lis Key, la gerente de relaciones públicas y de comunicaciones para Rescate Internacional de Animales.
Key informa que además de estar enjaulada, también tenía una pesada cadena atada a un collar que limitaba aún más sus movimientos. La pequeña comía pocas veces y jamás le servían agua para beber, de hecho, mientras el equipo de rescate estaba presente, el dueño de Balú le dio una comida que consistió en gaseosas y dulces.
El pasado viernes, Balú fue rescatada por el maravilloso proyecto de The Great Bear Rescue, y se unió a la decena de osos que el este plan ha salvado, liberándolo de sus sucias celdas y llevándolos a santuarios con licencia.
Sin embargo, el rescate de Balú fue complicado porque su dueño se negaba a entregarla. Los medios locales de televisión y hasta el departamento de policía, tuvieron que intervenir para ejercer presión y dejar que Balú fuera libre.
Balú será revisada y analizada por médicos veterinarios antes de ser incorporada con los demás osos.
¡Es una increíble noticia cómo muchas personas unen sus fuerzas para salvar y rescatar animales que viven en condiciones deprimentes!
Esperamos que la historia de Balú se repita en muchos de los animalitos que sufren una situación parecida alrededor del mundo. ¡Comparte este heroico rescate con tus amigos!