Macey Duff, de 19 años, luchó durante mucho tiempo con su deseo de no depilarse y abrazarse así misma con todo y vello corporal, pero el temor a ser ridiculizada la había invadido durante años.
Sin embargo, un cambio en su vida le dio la valentía suficiente para mostrarse de forma auténtica y está inspirando a otras chicas.
Macey nació en Nevada y comenzó a afeitarse desde los 10 años para poder encajar entre su grupo de amigas.
Cuando la joven cumplió 16 se mudó a Hawái junto a su familia y fue allí donde encontró el empuje necesario para hacer lo que tanto deseaba.
Después de 6 años sintiéndose avergonzada por dejar crecer su vello, Su hermana Ally vio a una mujer en bikini mostrando sus gruesos vellos y se lo relató a Macey, a quien le pareció fenomenal.
Aunque la bailarina no fue testigo del evento, la idea de seguir ese ejemplo cobró poder en su mente.
Macey investigó sobre el asunto en Internet y vio que no sólo ella se sentía atraída por ese estilo de vida. Inspirada por lo que descubrió, la bailarina decidió abrir su propia cuenta en Instagram en la que muestra sus vellos en todo su esplendor.
La principal motivación de Macey al enseñar su estilo de vida es hacerle ver a las personas que ser peluda también es hermoso y femenino, contrario a lo que la sociedad nos ha hecho creer.
Ahora, Macey ha inspirado a su hermana gemela y su hermana Ally, de 21 años, que han decidido a seguir sus pasos, pero no sólo en ellas está logrando un gran impacto. La joven cuenta con más de 18.000 seguidores en su red social.
Esta joven no se ha rasurado desde hace casi 4 años y se siente orgullosa de ello.
No obstante, Macey sabe que en las redes sociales también recibe muchos comentarios negativos por su estilo de vida. De hecho, ha revelado que en ocasiones le resulta molesto lidiar con las actitudes que algunas personas toman cuando la ven en la calle.
“Un completo extraño pasó por mi lado, se detuvo frente a mí y expresó verbalmente su disgusto con el vello de mi cuerpo. «EHHHK, pelo en las piernas», dijeron. Simplemente sonreí y me reí ante su audacia, me sentí aún más poderosa al presenciar el efecto que puede tener”, relató Macey.
La chica ha tenido que lidiar con muchos insultos, incluso de algunos quienes le dicen que no debía haber nacido. Sin embargo, Macey está convencida de que ha tomado la mejor decisión y con su familia a su lado no puede menos que sentirse empoderada y feliz.
Sólo esperamos que las personas aprendan a ser más empáticas, nadie merece tratar a otra persona de mala manera por una simple diferencia. Compártelo.