El amor de una madre es incondicional, igual que la alegría de un niño cuando le permiten ser él mismo, más allá de cualquier prejuicio injusto de la sociedad que le impida jugar y divertirse como él prefiera.
Esto fue lo que demostró una valiente madre brasileña, residente de Birigui, quien se volvió viral en Internet cuando informó en Facebook sobre la alegría de finalmente dejar que su hijo comprara una muñeca y un disfraz de sirena.
En la publicación, Lais Fernanda, aceptó que a su pequeño siempre le habían gustado las cosas consideradas habitualmente como “de niña”, pero su familia, incluyendo a su esposo y a ella misma, se rehusaba a aceptarlo.
Es una valiente madre
Pero, después de tantos años y de una lucha interna hacia lo socialmente “aceptado”, por fin la mujer se dispuso a hacer lo mejor para su amado hijo: dejarlo ser libre, en todo aspecto.
“Este año su padre y yo llegamos a un acuerdo, decidimos dar nuestro consentimiento. Confieso que mi sueño como madre siempre fue dejarlo ir a la tienda y elegir lo que quisiera, porque nunca lo vi jugando con un juguete sintiéndose feliz”, escribió la mujer.
Cuando el niño tuvo la libertad de asistir a una tienda y elegir lo que él prefería, en lugar de lo que le impusiera alguien más, no lo dudó: sin titubear fue a la sección de juguetes para encontrar una hermosa muñeca y un colorido disfraz de sirena.
“Quizás ustedes que están viendo esta publicación no estén de acuerdo con nuestra decisión, pero su opinión no me importa. Lo que me importa es su sonrisa. Él sabe que puede contar conmigo y con su padre para lo que le depare el futuro”, señaló, orgullosa, la mujer.
Muchos internautas elogiaron la actitud de la madre al permitir que su hijo comprara los juguetes, ya que es momento de dejar atrás todo tipo de discriminación y homofobia, para aceptar que más allá de todo aspecto, somos seres humanos tratando de ser felices.
“¡No hay palabras para definir tu actitud! La actitud de una verdadera madre que ama a su hijo por encima de todo. Una madre que no se preocupa por lo que dirán los demás, sino por la felicidad de su hijo”, comentó un internauta.
El pequeño siempre ha sido consciente de que tiene preferencias distintas, para bien, de todos los otros niños, pero para él este hecho no significa más que un designio divino que acepta con mucho amor:
«Es un regalo de Dios en mi vida. Dios me hizo así, él sabe qué está haciendo”, afirma el pequeño.
Tenemos mucho que aprender de los niños y de la igualdad de género. Todas las personas son especiales y merecen ser tratadas con respeto en cualquier decisión personal que tomen.
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