La “muchacha rubia de falda negra”, el “chico moreno bajito”, son algunas de las descripciones que escuchamos a menudo cuando la gente se dirige a otros que no conoce, pero, ¿qué pasa cuando esas descripciones son odiosas?, esto pasó recientemente en un restaurante en Phoenix, Estados Unidos.
Se trata de algo ocurrido en la cadena de comida rápida Chick-fil-A, popularmente conocida en la zona mencionada, en donde el joven Daniel Graham, fue reconocido por los trabajadores del lugar, como el muchacho del “sweater feo”. ¿Cómo sucedió esto?, cuando Daniel recibió su orden, al revisar la factura pudo comprobarlo.
Daniel procedió a publicar una selfie con la factura en sus redes sociales y la respuesta que recibió ha sido abrumadora.
La publicación ha sido compartida más de 17 mil veces y ha tenido más de 150 mil me gusta. Incluso recibió respuestas de personas que tenían el mismo “sweater feo”. Algo realmente increíble.
Graham, más que molesto, estaba muy entretenido con lo sucedido. De hecho, llegó a etiquetar a la cadena de restaurantes exigiéndoles irónicamente una suculenta indemnización compuesta de sándwiches de pollo frito.
Para todo el mundo fue un chiste, sin embargo, los administradores de la popular cadena de comida rápida no recibieron esta noticia viral de forma tan amena, ya que procedieron a despedir a la persona responsable de llamar a Daniel como el chico o el joven del “sweater feo”.
Por otro lado, los comentarios en redes sociales han sido fuera de serie. Quién iba a imaginar que un simple comentario sobre el outfit de un cliente causaría tal revuelo que hasta se cobraría el trabajo de alguien.
“¿Cómo hacen cuando los clientes son feos, escribirán: LOS FIDEOS SON PARA LA MUCHACHA FEA DE LA ESQUINA”, comentó irónicamente un internauta.
Es importante mencionar que los comentarios no fueron del todo graciosos, también hubo personas que se pusieron de parte de Daniel porque les pareció que su sweater no era tan “feo”.
“Oigan pero yo creo que tengo ropa aún más fea que esa. Igual no me parece justo, es algo poco serio para estar haciéndolo en el trabajo, qué persona más atrevida la que puso esa descripción en el ticket, ¿pensará acaso que los clientes son estúpidos que no leen sus recibos?”, mencionó indignada otra internauta.
Todavía no sabemos si Daniel será indemnizado con sus anhelados sándwiches de pollo, lo cierto es que debemos pensarlo muy bien antes de ponerle un apodo tan inapropiado a las personas que no conocemos y mucho más si eso puede costarnos nuestro trabajo. Ojalá que el joven que cometió el error haya recibido una lección.
Comparte esta inusual noticia entre tus familiares y amigos. Recuerda que todos merecemos respeto, más allá de nuestra apariencia física o de la ropa que utilicemos.