La crisis del coronavirus ha puesto al mundo de cabeza. Las escuelas permanecen cerradas, así como diversas actividades comerciales y actos masivos, están suspendidos.
Profesores y alumnos han tenido que adaptarse al ritmo de aprendizaje en las nuevas plataformas digitales, gracias a la tecnología, con las conocidas aulas virtuales.
Una de esas herramientas que se ha puesto muy de moda es Zoom, la aplicación con la que se pueden tener reuniones grupales virtuales: sociales, de trabajo o académicas, contando con la participación de numerosos asistentes.
Pero siempre hay algo que el profesor puede no controlar del todo y surgen imprevistos totalmente surrealistas que los dejan sin palabras, y a muchos, ahogados de la risa.
Las sorpresas en las clases virtuales son el pan de cada día durante la pandemia
En esta ocasión, el incidente sucedió en ciudad de México y el insólito momento quedó capturado en un video que ya es por mucho el más viral en los últimos días.
En el video se puede ver cómo la profesora se encuentra dando su explicación mientras puede ver en su pantalla a todos sus alumnos presentes. En el ordenador se lee de abajo hacia arriba: Nicolás, César Coronel, Gracia Peralta, Mario Vaza…
Es entonces cuando la mujer se da cuenta que algo no está del todo bien. El alumno Mario Vaza ya no aparece en pantalla, pero en su lugar ha dejado a su mejor representante: nada menos que un simpático lorito, que atento escucha la clase reposando en el respaldar de la silla.
A simple vista, y tal como interpretó la maestra, parecía una broma de muy mal gusto. La profesora vio como el peor insulto hacia su persona, pensando que Mario había dejado alguna especie de fondo para ausentarse de la clase, y que ella no se daría cuenta.
Así que sin más dilaciones, expulsó a Mario (y a su loro), dejándolos fuera de la sesión.
Pero en la vida, no todo es como parece…
Mario había ido un momento al baño, sin siquiera imaginar lo que haría su astuto loro. No era ningún tipo de fondo lo que él dejó ahí, era su mascota, totalmente viva, la que había decidido infiltrarse en la sesión… ¡Y vaya en qué momento más oportuno!
Solamente cuando regresó del baño, se dio cuenta de que la profesora lo había expulsado y supo perfectamente cuál era la razón.
Desconcertado él también por todo lo sucedido, envió un mail a su maestra explicándole el mal entendido. Y luego se aseguró de enviarle un Whastapp para aclararlo todo.
«No puse ningún fondo, el loro es de verdad, fui al baño y cuando regresé me apareció que me había sacado usted de la clase, mis compañeros dijeron que por el loro, una disculpa», decía el mensaje.
«De hecho, mire, es él», concluye junto a la imagen de la evidencia.
El loro de Mario
Por suerte, quedó todo arreglado, la maestra lo comprendió y el joven pudo ser readmitido en las clases virtuales. Pero el curioso suceso ya quedó recogido en las imágenes, que el mismo chico decidió compartir, y han recibido miles de comentarios en las redes.
Si la curiosa anécdota del loro infiltrado en una clase te ha parecido divertida, no dejes de compartirla en tus redes. Más de uno tendrá alguna experiencia que contar, pero seguramente pocos como esta.