En la era de las redes sociales y de la publicidad por medio de Internet, hay muchas personas que han decidido vivir de lo que este gran mundo paralelo es capaz de ofrecer. Algunos se atreven a decir, que si no te pueden encontrar a través de la web, no existes, por lo que figurar de alguna forma te puede hacer una persona influyente.
Lo mismo aplica para los negocios e incluso universidades, trabajos científicos y fundaciones, hay una amplia gama de oportunidades en Internet.
Dentro de las personas que utilizan el Internet como un medio de trabajo, se encuentran los “influencers”.
Los influencers, son personas que dominan ciertos temas y tienen cuentas en diferentes redes sociales en las que publican contenido afín a sus aficiones. Algunos son figuras públicas, pero otros son ciudadanos comunes que ofrecen publicaciones sobre diversos rubros como el fitness, la moda, viajes, entre otros.
Los establecimientos o marcas, les ofrecen una prueba de su producto para que compartan una opinión que finalmente llega a sus seguidores, creando un impacto en ellos. En algunos casos, los influencers, también se pueden comunicar con las marcas o servicios para ofrecer un intercambio publicitario.
Pero, existen personas que se quieren aprovechar de este tipo de intercambio para llevar una vida de lujos sin gasto alguno.
Así quedó claro recientemente, después de que el dueño del restaurante Barcelona Topik, Adelf Morales, expresara a través de Twitter: “En esta vida hay dos tipos de personas, los que usan las redes sociales para cosas buenas y las que lo hacen para llenar su barriga”. Su comentario se hizo viral y decidió explicar a qué se debía dicha descarga a través de su red social.
Una “influencer” suiza de 27 años, llamada Leila, pidió comida gratis para ella y para sus amigos a cambio de un comentario positivo.
Morales, al principio pensó que se trataba de una broma, pero luego descubrió que la chica envió el mismo mensaje a diferentes restaurantes en Barcelona, ella simplemente copiaba y pegaba su mensaje sin ningún tipo de originalidad.
El dueño del restaurante indignado respondió, “niños de 27 años, pidiendo que les regales comida o un descuento se denominan “influencers”, de nuestro negocio viven 7 familias, pídele dinero a tu padre”.
“Cada semana tenemos 3 o 4 personas que quieren venir a comer gratis a cambio de opiniones, esto le hace daño a nuestro sector”, agregó Morales.
Morales también incitó a denunciar este tipo de prácticas, ya que como hay gente que quiere vivir del negocio de los demás, también conoce a “instagramers” profesionales que llegan a un lugar y pagan sus cuentas. “Además, estos vienen todos con el mismo discurso o me invitas a comer o te pongo una crítica, vivimos en la era del hombre anuncio”, agregó.
No dejes de compartir este enlace y darnos tu opinión sobre este grupo de llamados “influencers”.