Con el estudio de las muestras de ADN se ha revolucionado la forma en que las investigaciones de delitos se llevan a cabo, y ha sido decisiva para ayudar a esclarecer muchos casos, aunque haya pasado mucho tiempo de cometido como el llevado a cabo hace 38 años en Colorado.
Foto de Jeannie Moore
Jeannie Moore era una chica de 18 años, trabajaba en una estación de servicio. El 25 de agosto de 1981 salió de su casa haciendo autostop, como hacia siempre.
Fue vista por última vez en un vehículo rojo parecido a un Ford Galaxy o LTD viejo, según la Oficina de Investigación de Colorado.
Pero la joven nunca más volvió a casa, su cuerpo fue encontrado cinco días después en Genesee Park en el condado de Jefferson, a unos 35 kilómetros al oeste del centro de Denver.
El hallazgo fue hecho por unos excursionistas que pasaban por el lugar. La autopsia realizada arrojó que la joven fue violada, y ultimada por varios golpes en la cabeza.
Pasaron varias décadas, el caso quedó sin resolver. Pero en 2019 se aperturó con la ayuda de las nuevas tecnologías.
El principal detective de casos sin resolver del condado, Elias Alberti, tenía experiencia trabajando con pruebas de ADN.
Como ya se tenía una muestra de ADN limpia del asesino de la chica, Alberti decidió ver si habría una posible coincidencia en una base de datos.
Una asociación público-privada con sede en Denver permitió que United Data Connect completara las pruebas de genealogía forense que contribuyó a resolver el caso.
Un pariente del asesino había subido su ADN al ADN del árbol genealógico, y los policías investigaron a partir de eso para identificar al asesino.
Compararon la evidencia de ADN de la escena del crimen estaba vinculada a un miembro de la familia de Perea, los investigadores entrevistaron a algunos de ellos para obtener otras muestras y así confirmar la sospecha.
Al fin lo ubicaron, era Donald Steven Perea, quien murió en mayo de 2012 a los 54 años.
«Una investigación adicional llevó a los investigadores a identificar a Perea como 3,3 billones de veces más propenso que cualquier otra persona a haber cometido el crimen», dijo la oficina del sheriff en Facebook.
Alberti en una conferencia de prensa agradeció a la familia Perea por su ayuda para resolver el caso.
«No estaríamos aquí hoy si no tuviéramos la amable ayuda de los miembros de su familia para ayudarnos a identificar que él era el sospechoso y darnos el cierre en ese caso», dijo Alberti.
Los padres de Moore ya no viven, pero sus familiares sobrevivientes la recordaron como una joven amable y amorosa en todos los sentidos.
Aunque el culpable nunca pagó por los delitos cometidos, por lo menos los familiares supieron quién fue el responsable, aunque eso nunca debió pasar, ojalá y los padres de Jeannie hubieran tenido la oportunidad de saber quién privó de la vida a su hija antes de morir.
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