Tal como reza el popular dicho “en la unión está la fuerza”, cuando varias personas suman su esfuerzo por una causa los resultados son extraordinarios. Así lo demostraron los clientes de un repartidor de pizza que conformaron un gran equipo para ofrecerle una sorpresa que le cambió la vida.
Robert Peters es un repartidor que trabaja para un restaurante de la conocida cadena Pizza Hut en la ciudad de Tipton, Indiana, Estados Unidos.
Desde hace exactamente 31 años Robert cumple con su labor en un viejo auto, y sus clientes lo reciben complacidos porque sin importar el clima, si es de día o de noche, él siempre mantiene una sonrisa en su rostro.
Uno de sus clientes desde hace años, Tanner Langley, decidió organizar una recaudación de dinero, sin que Robert se enterara, para comprarle un auto 0 km y así, darle la oportunidad de disfrutar de la comodidad que merece.
Su iniciativa fue apoyada por quienes conocen y admiran a Robert, lograron reunir más de 19.000 dólares a través de GoFundMe con los que compraron un auto nuevo, pagaron las tasas, impuestos, seguros e incluso llenaron el tanque de combustible.
Tanner aseguró que los clientes de Robert admiran su labor. “Es capaz de conducir 7 u 8 kilómetros bajo una tormenta de nieve solamente para traerte 15 de centavos de cambio, y cuando le preguntas por qué lo hace, responde que no quiere que la gente piense que se quedó con el cambio como propina”, relató.
Representantes de Pizza Hut dijeron que Robert es uno de sus repartidores con más tiempo en el trabajo a pesar de que no tiene un gran sueldo.
Los familiares de Robert le preguntaban con frecuencia por qué no buscaba otro empleo y él respondía que le encanta hacer felices a los demás.
“Es mi propósito en la vida: tratar de hacer feliz a la gente. A veces, cuando le estás haciendo una entrega a alguien, puede que seas la única cara que vean en todo el día”, dijo Robert.
Cuando Robert recibió su auto nuevo se quedó desconcertado, estaba muy agradecido con el gesto de sus clientes y quienes se solidarizaron con él queriendo retribuirle por su vocación de servicio.
“No puedo creerlo, es casi como si fuera surrealista. Esto realmente me hace sentir muy, muy bien por dentro”, dijo Robert.
El repartidor dejará de trabajar en su viejo auto Oldsmobile de 1993. Sus clientes le obsequiaron un Chevy Malibu rojo brillante, 0 km, con todo pagado.
Desde que Tanner difundió el hecho en su perfil de Facebook ha generado miles de reacciones.
Si en algo coinciden todos es en que Robert se merece esa “propina” y muchísimo más por ofrecerles su cariño, su sonrisa y cordialidad durante tantos años. Comparte este gesto solidario tan conmovedor.