No hay nada como una buena noche de sueño profundo y reconfortante para lograr despertarnos frescos y llenos de energía al día siguiente. Lamentablemente, hay personas para las que esto no es suficiente. Rhoda Rodriguez-Diaz, de 21 años, sufre de una condición muy peculiar y puede llegar a dormir hasta tres semanas seguidas.
“Cuando tenía 4 o 5 años podía dormir durante dos o hasta tres semanas y los doctores no tenían idea de lo que me estaba pasando”.
Todo comenzó cuando era niña y sus siestas comenzaron a tomar hasta más de 20 horas al día. Sus padres la llevaron al médico y fue diagnosticada con hiper insomnio y cansancio extremo. Los episodios continuaron sucediendo especialmente durante su adolescencia haciendo su vida muy complicada, al despertar se daba cuenta de que habían pasado muchas cosas y debía ponerse al día.
“La vida sigue mientras duermo. Es muy difícil explicar a todos dónde he estado. La gente no lo entiende”.
De esta manera, Rhoda creció sin poder pasar tanto tiempo con sus amigos como hubiese querido. Tampoco pudo participar en ningún deporte porque siempre se encontraba con muy poca energía pero decidió continuar con su vida dando lo mejor de sí. Recientemente, un episodio de sueño afectó gravemente su desempeño en la Universidad y decidió acudir nuevamente a un especialista en busca de respuestas.
“Me perdí muchos exámenes. No fue mi culpa. Después de mucho discutir dijeron que mi caso era excepcional y me permitieron volver”.
Ahora, Rhonda fue diagnosticada con Síndrome de Kleine-Levin, una condición que produce decenas de horas de sueño así como cambios de comportamiento y confusión. Los síntomas no aparecen todos los días pero cuando un episodio comienza no se sabe con exactitud por cuánto tiempo podrá extenderse.
Durante sus largas temporadas de dormir, Rhonda se levanta en una especie de trance para poder comer, tomar agua e ir al baño.
“Es terrible que la gente me llame perezosa. Es muy frustrante porque es algo que no puedo evitar”.
Esperamos que Rhonda pueda lograr continuar con su vida como estudiante universitaria a pesar de sus constantes episodios de sueño. Cuenta con el apoyo de su familia y está determinada a no dejar que esto le impida cumplir con sus metas.
Comparte la curiosa historia de Rhonda para ayudar a crear conciencia sobre el extraño Síndrome de la Bella Durmiente.