Robert Bobroczkyi es tan solo un adolescente de 17 años. Y como tal, él desea las cosas normales que todo adolescente desea.
A veces solo quiere estar solo, a veces quisiera ser invisible.
Pero para Robert nada sería más difícil que mezclarse con el entorno.
Con unos asombrosos y absolutamente extraordinarios 2 metros con 31 centímetros, Robert es una de las personas más altas del planeta.
Creo que es seguro catalogarlo como el adolescente más alto del mundo.
Está comprobado que solo hay 30 personas más, entre todos los billones que habitan el planeta en ser ligeramente más altos que él.
Desde muy pequeño su altura ha sido señal de alarma y atención para sus padres y la Comunidad Médica científica.
Año tras año sus padres lo sometieron a prueba tras prueba, los doctores revisaron su corazón, sus músculos, su columna y hasta sus genes, todo resultó perfectamente normal.
Sólo que Robert no es un chico cualquiera, él es alto; muy alto.
Pero esto tampoco es una cuestión de azar. Con 2 metros 15 centímetros su padre Zsigmond ya era uno de los hombres más altos de su natal Rumania.
Su madre, Brunhilde, una esbelta antigua jugadora de voleyball se perfila en 1 metro 85 centímetros.
Ese tamaño tiene su precio, a muy temprana edad desarrolló una escoliosis, esto es una curvatura en su columna.
A pesar de que ya dejó de crecer, su espalda baja le duele y tiene sus caderas desalineadas por varias pulgadas.
Su mayor pasión es el basketball, algo que heredó de su padre; quien jugó en las ligas profesionales de su país.
Su voz resuena como un trueno y cada una de sus manos es del tamaño de un iPad.
Le gustan las películas de acción, las novelas de ciencia ficción, la música antigua y la NBA, por supuesto.
A su edad ya ha tenido la oportunidad de conocer a dos de sus grandes ídolos.
Conoció al jugador Kristaps Porzingis cuando tenía apenas 14 años, fue la primera vez en mucho tiempo que pudo ver a alguien cara a cara.
Él también conoció a su compatriota el jugador de basket retirado conocido como Ghiță, Gheorghe Muresan.
Muresan le dió algunos consejos en su oportunidad que significaron mucho para él, sobre la autoestima, estar orgulloso de sí mismo y el duro trabajo que tenía por delante para llegar a la liga profesional.
Cuando le preguntan sobre el muchacho Muresan responde con calidez y cierto paternalismo.
”Hay personas que te hacen sentir bien y Robert es una de ellas. Muchos hablan de su tamaño pero no saben que es un chico brillante, le va bien en el colegio y lo más importante es su corazón. Él tiene un corazón más grande que sí mismo, es un chico muy noble.
Realmente Muresan no se equivoca, Robert es muy disciplinado con sus estudios.
Él sabe que si quiere ser elegible para alguna de las universidades de básquetbol debe mantener buenas calificaciones.
Muchas veces él deja de salir o de jugar videojuegos por estudiar, es un estudiante de puras A´s.
Además Robert habla fluidamente inglés, rumano, italiano y húngaro.
Robert tuvo un tiro de suerte al ingresar al Instituto Spire Institute en Geneva, Ohio en los EEUU.
El director del Instituto, quien tiene conexiones con reclutadores de basquetbol a nivel mundial; lo encontró por casualidad gracias a un video viral en Youtube.
Robert rechazaba tiros largos de 3 puntos sin problemas desde un lado de la cancha.
Él es el jugador más alto de Europa actualmente.
El Instituto Spire es un centro para los deportes. Ellos entrenan atletas olímpicos y paralímpicos a nivel nacional.
Robert sin lugar a dudas fue una excelente adición al equipo, pero lo que ellos le pueden proporcionar es inigualable.
Tiene cuidados médicos a su entera disposición, incluyendo un psicólogo particular para lidiar con la presión de estar lejos de casa y bueno, ser tan alto para un adolescente no es tarea fácil.
Le han realizado un programa de entrenamiento único en el mundo, tal como el mismo Robert lo es.
Y están concentrando todo su esfuerzo en subir su peso, con una ingesta de 4.000 calorías diarias.
Esto a veces resulta más una carga que una bendición para el joven Robert.
Su talento está en bruto, pero con cada juego y cada mes de entrenamiento mejora notablemente.
Es evidente que este chico tiene mucho para dar y la Academia Spire es el lugar indicado para él.
Robert mantiene sus ojos en la mira, jugar basquetboll profesionalmente con su camiseta XXXXL y cumplir sus metas.
Comparte la asombrosa historia de este chico, Robert Bobroczkyi un adolescente extraordinario.