Lo que le sucedió a Adam Fenton es tan desconcertante, que cuesta trabajo pensar que algo así de horrible puede suceder, sobre todo a una persona con tanto amor para ofrecer, con tanto camino por recorrer… pues justo cuando la vida comenzaba a sonreírle de nuevo, un trágico accidente lo arrancó de los brazos de su adorada novia e hijos.
Este abnegado papá de 2 niños se encontraba celebrando haber ganado una cruenta lucha contra el cáncer, cuando lo encontraron muerto al pie de un acantilado. Aún hoy nadie se explica qué fue lo que sucedió.
Hace 9 meses, a Adam le fue diagnosticado un linfoma de células B, un tipo de tumor sanguíneo, que pronto le alcanzó el corazón, los ganglios linfáticos y los pulmones.
Ante este devastador panorama, los médicos le anunciaron que sus probabilidades para superar la enfermedad eran pocas y que mejor sería prepararse para lo peor.
No obstante, gracias al apoyo incondicional de su familia, este hombre atravesó una extenuante quimioterapia que, milagrosamente, redujo todos los tumores. Así, contra todo pronóstico, la salud de Adam comenzó a mejorar día tras día, dejando a todos sus familiares, quienes ya daban por sentado su partida, boquiabiertos.
Finalmente, llegó la noticia más esperada: ¡los resultados de los exámenes arrojaron que el cáncer había desaparecido! Si bien aún era muy pronto para afirmar que se encontraba en remisión, Adam tenía muchos motivos para alegrarse y, uno de ellos, era recuperar la posibilidad de ver a sus niñas crecer.
Desde entonces, todo parecía marchar viento en popa a esta familia. Adam, de 31 años, y su novia Carly, de 33, se comprometieron y ya comenzaban a planear la boda de sus sueños, asistidos por sus 2 niñas, Macie, de 6 años, Maddison, de 5 y la hijastra de Adam, Bayleigh, de 13.
Pasadas 3 semanas de haberse enterado de que el cáncer se había ido, Adam todavía se encontraba muy débil para comenzar a trabajar, pero reunió todas sus fuerzas para encontrarse con sus amigos y celebrar su regreso a la vida, después de estar tan al borde de la muerte.
Pero algo muy extraño sucedió. Repentinamente, Adam desapareció y sus amigos pensaron que se había ido temprano a casa.
Por su parte, Carly comenzó a preocuparse en la madrugada porque su prometido no llegaba y no fue sino has tas 6:30 am que tuvo noticias de él, cuando la policía tocó a su puerta para anunciarle que habían encontrado el cuerpo de Adam en el pie de un acantilado.
Esta era una ocasión muy especial para Adam porque era la primera vez, en más de un año, que podía salir a pasar un buen rato con sus viejos amigos.
La tragedia ocurrió en Newquay, Inglaterra, un pueblo costero que atrae a una gran cantidad de turistas cada verano. Lo extraño es que, según Rebecca Watson, la madre de Carly, Adam conocía muy bien el terreno. Sin embargo, el borde del desfiladero está cubierto por unos arbustos y lo único que protege de caer por el precipicio es una pequeña barra de metal.
Respecto a la hipótesis en la que se plantea un posible suicido, Rebecca afirma que «Él estaba tan feliz… No puedo siquiera imaginarme que haya hecho eso. Adam era el hombre más alegre y amoroso que he conocido, una persona muy amigable que te habría encantado conocer».
Para la familia de Adam, su muerte es un absoluto misterio y ahora deben vivir con la terrible sensación de haber recuperado a una excelente persona de los abismos de la muerte, solo para perderla en un acantilado de su pueblo.
Con el objetivo de ayudar a Carly a costear los gastos funerarios y ayudarla a levantar cabeza después de semejante tragedia, una amiga de la familia ha abierto una campaña para recolectar fondos, si tú también quieres colaborar, puedes hacer clic aquí.
Esperamos que esta familia logre encontrar paz entre tanta tristeza. Ayuda a regar la voz y comparte la historia de Adam.