Las ballenas pilotos, también conocidas como calderones, son una especie de ballenas de unos 5 metros de longitud y aunque son pequeñas en comparación con otras ballenas, han logrado llamar la atención de las personas porque son de los animales que suelen hacer varamientos masivos que llega a preocupar a todos los expertos.
Los encallamientos que esta especie frecuenta aún no tienen una explicación exacta por los científicos, pero se cree que se debe a los estrechos vínculos sociales que mantiene los ejemplares de esta especie. Lo más extraño de estos acontecimientos es que las ballenas que se varan en la orilla de la playa están sanas, aunque usualmente otro tipo de ballenas lo hacen es por estar enfermas.
Cientos de miles de ballenas de esta especie han sido sacrificadas al vararse de forma masiva en las playas a lo largo del tiempo; sin embargo, en el último varamiento que tuvo lugar en Hamelin, Australia, a unos 315 kilómetros de la capital de ese país, las autoridades intentaron todo lo posible para devolverlas al mar.
El pasado viernes, a las orillas de la playa de Hamelin, llegaron más de 150 ballenas pilotos lo que alertó a las autoridades. La playa fue cerrada inmediatamente y el Ministerio de Biodiversidad y Conservación inició una campaña para solicitar ayuda de voluntarios y rescatistas para intentar llevar a las ballenas al mar y evitar su muerte.
Rápidamente, las redes sociales se llenaron con imágenes del centenar de ballenas en la orilla del mar; afortunadamente, muchos sintieron compasión con las impactantes fotografías de las ballenas y decidieron ir como voluntarios para salvar la vida de las ballenas.
Antes de dar inicio a la jornada de rescate, varios especialistas comentaban lo difícil que sería tener éxito en su misión, pero ninguno debía rendirse.
Jeremy Chick, uno de los portavoces del Ministerio comentó que “la fuerza de los animales, el viento, y las condiciones meteorológicas”, afectarían los esfuerzos en salvarlas; cuando oficialmente se dio inicio a la misión, ya solo quedaban un poco más de cincuenta ballenas con vida.
Aunque la intención de los rescatistas era salvar a todos los ejemplares sobrevivientes, solo pudieron regresar al mar a 6 de las ballenas. Muchos residentes de la zona recordaron que en esa misma playa ocurrió un varamiento de esa misma especie de ballenas en 1996, dónde murieron más de 300 ballenas en ese día.
Ante los hechos tan lamentables, los científicos esperan pronto encontrar la razón exacta de estos acontecimientos y evitar que estas ballenas sigan perdiendo su vida masivamente.
Es gratificante leer que cientos de personas se dispusieron a salvarles la vida a estos animales, pero queda un sabor amargo al saber que sus esfuerzos no lograron las expectativas deseadas.
Esperemos que este raro fenómeno de las ballenas piloto dejen de quitarle la vida a cientos de sus ejemplares.
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