Hace algunos días, el pasado 04 de julio, una adolescente y estudiante de secundaria desapareció sin dejar rastro después de que acudiera a reunirse con un emprendedor de 44 años que conoció a través de las redes sociales e identificado como Goto Hiroyasu.
Al llegar a su apartamento, Goto le arrebató a la joven su teléfono móvil y la mantuvo cautiva varios días sin su consentimiento en el norte de Tokio, capital de Japón. Al ver que la adolescente no llegaba a su casa, de inmediato su familia se puso en contacto con las fuerzas policiales quienes iniciaron una investigación para dar con el paradero de la desaparecida.
No fue hasta un mes después, cuando la niña logró pedir ayuda de la forma más inusual, a través de una consola de vídeo juegos que se encontraba conectada a Internet. De esta manera envió un mensaje al Departamento de Policía de Saitama en el que escribió: “Estoy cautiva y no puedo escapar”.
Mediante una triangulación de la llamada, los agentes se dirigieron a la vivienda de Goto, ubicada en la ciudad de Yokohoma, al otro lado de Tokio, en el extremo sur. Cuando llegaron encontraron a la joven maniatada a una tubería de hierro con cables metálicos.
Aún no está claro cómo fue que se conocieron y por qué decidieron reunirse en ese lugar, lo cierto es que, según se supo, el hombre insiste en negar su culpabilidad. El miércoles 05 de agosto, a más de un mes de su desaparición, la adolescente finalmente regresó con su familia sin saber a ciencia cierta lo que sucedería a continuación.
Mientras tanto, los vecinos del hombre de 44 años lo han descrito como un hombre “muy misterioso e inquietante”, ya que este suele ser de muy pocas palabras, no tiene amigos conocidos, ni familiares.
“El hombre es sencillamente aterrador. Siempre está solo y no habla con nadie. Pero, lo curioso es que en todo este tiempo nadie escuchó nada, ni un solo grito siquiera”, dijo un vecino del lugar.
En la actualidad, la creciente ola de crímenes y delitos de toda índole mantiene muy preocupada a la sociedad japonesa, sobre todo por los que involucran a menores que son captados a través de las diversas plataformas online y redes sociales.
“Según las fuentes oficiales de la policía se estima que este tipo de casos ha aumentado en un 26.8 por ciento en los últimos seis años, de 2014 a la fecha”, aseguró Resmom, un portal Web sobre educación infantil.
Aún no se sabe las penurias y vejaciones que la niña haya o no tenido que soportar lejos de sus seres queridos, pero, por fortuna, la historia no dejó más daños que lamentar y la niña fue localizada felizmente, sana y salva.
A pesar de que la mayoría pasan su vida y crecen sin mayores incidentes, como padres, las noticias sobre niños y adolescentes secuestrados nos llenan de preocupación y alarma. Por ello, uno de los retos de ser padre consiste en enseñar a los hijos a ser prudentes sin infundirles miedo ni preocupación.
Comparte esta historia con tus hijos, háblales con frecuencia sobre la seguridad y sobre las normas básicas para evitar situaciones potencialmente peligrosas y escapar de ellas.