Santiago Mendoza es un niño colombiano que ha sido noticia desde hace cuatro años cuando tan solo tenía unos meses de edad, por el extraño problema de salud que sufre.
Santiago padece de obesidad mórbida y su caso es muy preocupante, su madre se encontraba muy alarmada pues a sus cortos 8 meses el pequeño ya pesaba 20 kilogramos, lo que para un niño que ni siquiera tiene un año es demasiado.
Eunice Fandino, madre del pequeño, al ver la problemática de su hijo decidió pedir ayuda y llevó a su hijo de médico en médico para descubrir su diagnóstico y buscar una solución para su problema de sobrepeso.
La mayoría de los médicos no pudo ayudar a esta mujer y a su bebé pues, debido a la corta edad de Santiago, no podían realizar una intervención quirúrgica para combatir el sobrepeso del pequeño.
Pero Eunice no podía simplemente rendirse, ella debía encontrar solución al problema de su hijo; para esta madre, era muy preocupante lo que le sucedía a su pequeño, la mujer cuenta cómo el niño no paraba de tener hambre incluso aunque acabara de alimentarlo.
Santiago pedía comida en todo momento, y cuando no se le daba lloraba sin parar para que siguieran dándole comida, era como si no se saciara, como si nunca se sintiera lleno.
Mientras Eunice buscaba ayuda para su pequeño, se topó con la Fundación Gorditos de Corazón, quienes se ofrecieron a brindarle ayuda al pequeño Santiago.
Durante el 2014 Eunice emprendió una larga búsqueda para descubrir qué era lo que le pasaba a su pequeño. Asistió a una consulta tras otra, doctor tras doctor para ayudar a Santiago.
Hasta que un día, de una vez por todas, un médico dio con la razón de la enfermedad del sobrepeso de Santiago. El doctor Cilius Esmann Fonvig fue el médico que encontró la respuesta del por qué Santiago siempre tenía hambre.
El Doctor Fonving le realizó varios exámenes a Santiago para descubrir la razón de su obesidad mórbida y todo arrojó a que se trataba de un déficit congénito de leptina.
La leptina es la hormona que se encarga de controlar y suprimir la sensación de hambre; es decir, cuando comemos, la leptina se encarga de hacernos sentir llenos y sin hambre. Lo que pasaba con Santiago es que, al tener un déficit de esta hormona, después de comer, nunca se sentía satisfecho.
Afortunadamente, la enfermedad de Santiago tiene solución pues existe una vacuna que produce de manera sintética esta hormona, lo malo es que la familia de Santiago no posee los recursos económicos para adquirirla ya que es muy costosa.
Sin embargo, la Fundación Gorditos de Corazón se ha ofrecido a encargarse de comprar de por vida la vacuna que Santiago necesita. Ya han pasado 6 meses desde que Santiago empezó a usar la vacuna y, gracias a ella y a una buena dieta, ha logrado adelgazar 8 kilogramos.
¡Bien por Santiago y por su madre! No olvides compartir esta historia con tus amigos.