Una peluquera intenta recaudar fondos para ser atendida en los Estados Unidos de una enfermedad que la tiene postrada, mientras el tejido de su cerebro se extiende hasta su canal espinal. Sarah Jackson comenzó a sufrir vértigo severo después de mudarse a Australia. Sin saberlo, la mujer de 30 años padecía de malformación de chiari y su cerebelo estaba descendiendo.
En el 2013, la Sra. Jackson había cumplido su sueño de mudarse a Brisbane, Australia, sin sospechar que pocos meses después comenzaría la pesadilla que cambió su vida. Sarah empezó a sufrir de vértigos y al ir por un chequeo fue diagnosticada con taquicardia postural (PTS), su frecuencia cardíaca aumentaba de forma anormal al momento de levantarse o sentarse.
«Aproximadamente cuatro meses después de llegar, de repente empecé a sentir vértigo y ya no podía soportar más sin sentirme muy débil. Tenía mucho dolor de cuello. Simplemente no me sentía bien. Tuve que dejar de trabajar”, comentó Sarah.
Durante el proceso de recuperación Sarah también fue diagnosticada con malformación de chiari, una afección relacionada con el síndrome de Ehlers-Danlos (EDS) que también padece su madre.
Como si todo esto fuera poco, se descubrió que padecía de inestabilidad craneocervical (deformación del tronco cerebral) e inestabilidad atlantoaxial (movimiento excesivo en la parte superior de la columna vertebral).
La condición de Sarah es realmente delicada. Por esa razón, decidió apelar a aquellos corazones bondadosos que puedan ayudarla en su campaña de GoFunMe, con la cual busca recaudar más de $385.000 dólares necesarios para ser intervenida en los Estados Unidos. Esto podría salvar la vida de esta mujer, ya que los especialistas en Reino Unido se niegan a realizar el procedimiento médico por considerarlo demasiado riesgoso.
Mientras Sarah espera por recibir la operación necesaria, su cerebro se escapa hacia su canal espinal. Sin tratamiento, en cualquier momento se presentarán insuficiencia orgánica, parálisis y una muerte lenta y dolorosa para esta mujer.
Un especialista en Estados Unidos ha aceptado operarla y el proceso se realizaría en tres sesiones para descomprimir el tronco cerebral y las fusiones de la vértebra cervical. De este modo, se evitaría que sus condiciones la paralicen y finalmente terminen por matarla. De corazón esperamos que Sarah pueda recaudar el dinero y recibir la operación que podría salvar su vida.
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