Todos deberíamos imitar la sencillez y espontaneidad de los niños, tomar en cuenta algunas de sus características y creer fervientemente que pueden enseñarnos a ser mejores adultos, e incluso, como en esta historia, mejores ciudadanos y fomentar relaciones armónicas con nuestros semejantes.
Sun Jiarui
En la ciudad de Jining, en la provincia oriental de Shandong, China, vive junto a su madre Sun Jiarui, un adorable y espontáneo pequeñito que fue captado por la cámara de su progenitora dándole una lección de urbanidad a un conductor al devolverle una botella de plástico vacía que el mismo había desechado a través de la ventana de su vehículo.
En el vídeo que ha causado miles de reacciones positivas entre los usuarios de las redes sociales, puede verse al hombre arrojar sin más el recipiente por la ventana, justo antes de que hiciera su aparición este pequeño y simpático paladín de las buenas costumbres para acercarse al auto, recoger la botella y devolvérsela a este entusiasta de la basura.
Por su parte, Jing Lulu, la orgullosa madre del niño asegura que desde siempre ha sido muy educado y maduro, y que probablemente solo pensó que había sido un error del hombre, por lo que se acercó para ayudarlo.
“Ese día, probablemente pensó que la botella se había caído del automóvil por accidente. Es un niño muy sensible. Si ve a otras personas tirar cosas, siempre ayuda a recogerlas”, aseguró Jing.
Yo creo que no es solo eso. Me gustaría más pensar que ha nacido un nuevo activista ambiental, que tanta falta nos está haciendo en estos momentos cuando nuestro planeta está sufriendo los embates de los desastres naturales producidos por el calentamiento global, pero sobre todo, por nuestra misma irresponsabilidad.
“Tengo la costumbre de filmar a mi hijito cuando salimos de paseo, pero este vídeo es el más dulce que he podido captar”, afirmó la madre, sonriente.
Si bien es cierto que resulta improbable que una criatura de apenas un año y medio de edad tenga conciencia ambiental, lo que sí es seguro es que le enseñó a este inconsciente ciudadano una valiosa lección, ya que luego se le vio apenado y se limitó simplemente a cerrar el cristal de la ventana.
Esperemos que ahora lo piense dos veces antes de ensuciar donde no está permitido. La lección que esté pequeño ambientalista le dio, seguramente no se le olvidará.
Una vez que se descubre dónde destacan más nuestros pequeños, es importante apoyarles incondicionalmente para que se sientan motivados, que vean que los padres estamos a su lado para alentarles.
Para que si se equivocan sepan que no pasa nada y que siempre hay más oportunidades para mejorar, porque lo que importa es ser constante y persistente para poder alcanzar todas las metas.
Definitivamente esta es una dulce historia que merece ser divulgada. Compártela con tus mejores amigos, familiares y seres queridos y no olvides su mensaje: la fortaleza moral, nada tiene que ver con la edad.