La solidaridad es el valor de ayudar y apoyar al otro, basado en el respeto y la empatía. Y lo mejor: se puede practicar en cualquier momento. Aunque no te hayas dado cuenta, la solidaridad está más presente de lo que piensas en nuestro día a día, a pesar de los últimos tiempos que nos ha tocado vivir.
Ejemplo de ello se pudo observar a través de un vídeo captado por una cámara de seguridad ubicada en el centro de Foz do Iguaçu, Brasil. Las imágenes muestran a un ser sin hogar quien moría de frío, y a un vendedor ambulante despojándose de su suéter para dárselo y que se protegiese del intenso clima.
Pero, lo más impresionante de la acción de este hombre es que, no solo le entregó la prenda a aquel desposeído, sino que, además, le dio un recipiente con alimentos que el hombre devoró ansioso.
Se trata de Gabriel Alexandré, quien ofrece paçocas, un dulce típico brasileño a base de maní, harina de yuca y azúcar, que se prepara generalmente para la celebración de la Semana Santa.
Además, según informaron algunos medios de comunicación locales, tanto Gabriel como su esposa son músicos de profesión. Tocaban a dúo en bares, pero, después de su guitarra les fuese hurtada, tuvieron que comenzar a vender el confite en los semáforos para sobrevivir.
“Hemos estado vendiendo los dulces en los semáforos para subsistir, después de que nos robaran la guitarra a mi esposa y a mí”, señaló Gabriel.
El hombre dijo, adicionalmente, que, mismo en ningún momento se percató de la existencia de la cámara que lo estaba grabando en el vídeo que ha tenido una enorme repercusión en la opinión pública carioca y del mundo. Afirma que, para él, ayudar al prójimo es algo espontáneo y natural.
“Nunca imaginé tanta repercusión, ni vi la cámara en ese momento. Para mí es normal ayudar. Creo que debería serlo para todos, especialmente en este momento, con lo que está pasando la humanidad”, añadió Alexandré
Por su parte, según lo señalado por el Sistema de Monitoreo y Tecnología Ambiental de Paraná (Simepar), en los últimos días la ciudad de Foz do Iguaçu experimentó una temperatura mínima de congelación de 5º C, con una máxima de solo 12º C.
De manera que esa chaqueta fue un regalo del cielo para el hombre de la calle. Yuri Rafael Vartha, vendedor de la tienda donde estaba ubicada la cámara, dijo sentirse gratamente sorprendido al observar en tiempo real la buena acción de Gabriel.
Y es que, no es para menos. Sobre todo, cuando la Secretaría de Asistencia Social Municipal estima que el municipio tiene alrededor de 300 personas viviendo en situación de calle. Definitivamente, escenas como estas resultan en un bálsamo para el alma, que nos renueva la esperanza en la humanidad.
Hoy en día es difícil ver algo así, especialmente en una pandemia. Por eso, la historia de Gabriel es una que realmente nos conmueve y nos satisface contar. Comparte esta historia con tus familiares y amigos.