“Se apareció mi abuelo que lleva diez años muerto”; “El televisor se encendió solo”; “En esa casa hay fantasmas”… Seguramente has escuchado comentarios de ese tipo alguna vez, incluso es probable que tú mismo hayas vivido algún episodio así de extraño e inexplicable en un determinado momento de la vida.
A fin de cuentas, el asunto se reduce a una simple pregunta: ¿Existen los fantasmas en este mundo?
¿Te imaginas estar durmiendo dulcemente a tu bebé y que de repente veas una presencia fuera de lo normal durmiendo a su lado? ¡Es para morirse de miedo!
Esto fue lo que le sucedió a Maritza Elizabeth de Naperville, una mujer estadounidense que, después de velar el sueño de su hijo por audio y vídeo, se percató de un extraño rostro de bebé de ojos negros y la boca abierta junto a su hijo, quien aún permanecía en su mundo de sueños.
Inicialmente creyó que se trataba de un muñeco, pero al verificar en la cuna se dio cuenta, angustiada, que aparte de su pequeño dormilón, nada más había que se pareciera a un espectro o algo parecido.
Inmediatamente publicó las imágenes con la intención de buscar apoyo ante el pánico de lo que creyó haber visto junto a su hijo, pues el terror no le permitía pensar con claridad.
“Estaba tan asustada que apenas dormí. Incluso entré allí con una linterna mientras mi hijo dormía pero no encontré ningún juguete que pudiera causar el reflejo del espectro”, dijo la confundida madre”.
Fue así como, revisando una y otra vez las imágenes tratando de entender su inquietante y angustiosa visión, decidió comentarle a su esposo, quien estuvo a punto de estallar de la risa pero logró controlarse, pues el causante del mal rato vivido por Maritza fue él mismo.
El padre, entre divertido y apenado admitió que se le olvidó quitar la etiqueta con la cara de un lindo bebé que estaba en el colchón de la cuna cuando lo compró, así que fueron el juego de luces, la etiqueta transparentada y la cámara, la respuesta a este gran susto vivido por la pobre madre.
“Mi esposo olvidó poner el protector del colchón cuando cambió las sábanas… No lo perdonaré”, expresó Maritza.
Hay ocasiones en las cuales el cerebro nos hace ver cosas que no existen. Cuidado. Te aseguro que no se trata de fantasmas buscando popularidad.
Como vimos en esta historia, la explicación más lógica es también la más simple: las apariciones aumentan porque también lo hace el número de cámaras.
Pero no hay problema, porque todas las fotografías en las cuales aparece un supuesto fantasma siempre tienen una explicación racional: los espectros no existen.
Comparte esta simpática y confusa historia con tus seres queridos y con tanta tecnología que existe, seguramente seguiremos sorprendiéndonos con más casos así de insólitos.