La comunidad LGBTQ ha recorrido un largo camino para defender sus derechos. Algunos acuden a marchas, luchan contra el sistema legal y otros denuncian las incontables situaciones de tratos injustos.
Michael y Jack McConnell se las ingeniaron años atrás para defender su amor de una manera realmente original que dejaría a todos boquiabiertos.
Michael y Jack siempre han tenido una relación maravillosa y poco después de conocerse estaban seguros de que querían pasar el resto de su vida juntos.
En aquella época, todavía faltaban más de 30 años para que el matrimonio igualitario fuese aprobado en Minnesota pero Jack decidió estudiar leyes para encontrar una manera de casarse con Michael.
Para sorpresa de todos, lo logró. Jack se dio cuenta de que en ningún lugar había una ley que prohibiese específicamente su casamiento.
“Lo que no está prohibido, está permitido”, aseguró Jack.
La pareja hizo el papeleo para recibir una licencia de matrimonio, pero fueron rechazados.
El astuto Jack decidió cambiar su nombre legalmente por uno que sonara lo más neutral posible: Pat Lyn Baker y se aseguraron de que sólo Michael acudiese a la oficina a solicitar una nueva licencia.
Su plan funcionó a la perfección y les dieron el permiso sin darse cuenta de que se trataba de dos hombres. En cuanto recibieron el visto bueno, celebraron una histórica boda con un Pastor de la doctrina Metodista llamado Roger Lynn.
“Desde el día en que supimos que estábamos legalmente casados, supimos que habíamos hecho algo bueno”, dijo Michael.
Poco después de oficializar esta unión tan especial, el Pastor Roger perdió su trabajo. Afortunadamente, contó con mucho apoyo. Realizó una apelación y finalmente recuperó su puesto.
Por desgracia, las autoridades se habían dado cuenta del pequeño truco de Michael y Jack y se negaron a registrar la licencia que ya les habían otorgado. Desde entonces, emprendieron una ardua batalla legal que comenzó en 1971 y que duró muchos años después de que el matrimonio entre personas del mismo género fuese aprobado en su estado.
Cada obstáculo ha valido la pena y la pareja se encuentra a tan sólo un par de meses de celebrar sus 50 años de casados. En tiempos donde la vida era aún más tortuosa para las personas LGBTQ, Michael y Jack se armaron de valor e hicieron lo impensable.
Fueron los primeros en celebrar una boda entre personas del mismo género, un precedente que significa muchísimo para la lucha por la igualdad.
¿Qué opinas de la ingeniosa manera en que esta pareja logró casarse? No te vayas sin compartir su inspiradora historia.