Han pasado casi dos meses desde aquel día infausto cuando el gobierno chino aisló la ciudad de Wuhan y expuso al mundo la gravedad de una enfermedad con una tasa de mortalidad moderada, pero con una extraordinaria capacidad de contagio y una alta tasa de hospitalización y uso de unidades de cuidados intensivos.
Hoy, en medio de la conmoción que ha causado esta etapa en la que se encuentra el COVID-19 o coronavirus, la primera medida es la cuarentena social, el aislamiento y la prohibición de salir de las casas a menos que esto sea estrictamente necesario y justificado, medidas radicales para prevenir una infección que aún se está por conocer.
Uno de los sectores etarios más vulnerables son las personas mayores, por lo que tales ordenanzas son especialmente necesarias para no exponer a los ancianos a ser contagiados.
Sabemos que es una ardua tarea, pero esta historia te mostrará cómo la creatividad y la unión, logran atraer ideas increíbles para el bienestar de nuestros queridos adultos de la tercera edad.
Jayde Powell
Y fue un grupo de jóvenes y solidarios emprendedores quienes dictaron la pauta y se asociaron para darle una mano a los viejitos, viendo que estos ya no podían salir de sus casas a hacer sus compras cotidianas.
Así fue como Jayde Powell, una estudiante de Nevada, fundóen unión con sus compañeros de fraternidad Shopping Angels, un grupo que se ofrece para comprar y llevar los productos a la casa de los ancianos que estén en cuarentena. Realmente una idea noble, humanizantey deseable, sobre todo en estos momentos de crisis.
Su socia y mejor voluntaria
“Al implantarse el ‘toque de queda’ para nuestros adultos mayores nos preocupamos mucho por su alimentación, de hecho, algunos de nosotros vivimos con ellos o los tenemos muy cerca, así que decidimos actuar en consecuencia para asegurarles su sustento”, aseguró Powell.
Y es que estos jóvenes “Ángeles de las Compras”son conscientes de estar en menor riesgo de contagio y que, en caso de llegar a ser huéspedes del virus, pueden recuperarse más rápido, de allí la iniciativa voluntaria que ya ha comenzado a expandirse por todas las regiones de los Estados Unidos.
“Ahora tenemos voluntarios en todas partes de Estados Unidos, ofreciendo ayuda a quien necesite alimentos y productos de primera necesidad, pero no tengan posibilidad de dejar sus hogares”, añadió la fundadora y angelita de las compras de mayor jerarquía, Jayde Powell.
La fundación está recibiendo cientos de pedidos, los que rápidamente conectan con algún serafín voluntario que se encuentre en la zona del anciano que lo necesite.
Artículos de limpieza, papel, alimentos, son lo más solicitado por los ancianitos
No importa cuál sea el lugar o el caso, ver a los jóvenes ofreciendo su entusiasmo y su energía para ayudar a los que más lo necesitan es como una brisa de aire puro que, en este tiempo que nos reta a ser solidarios, es más que necesario compartir.
Por ello te invito también a ti a ser solidario y a compartir este gesto con tus seres queridos. No te expongas, acata las medidas requeridas para frenar este nuevo ejemplo de que nuestro ego no es lo que nos conforma, que somos tan solo una pequeña brizna de paja en el viento.