Gabriela Molina, de 24 años, es una joven que se convirtió en la primera modelo sin brazos que ha tenido éxito en las pasarelas y se coronó en un concurso de belleza.
A pesar de su condición, considera que la falta de sus extremidades no es un impedimento para lograr sus sueños. Afortunadamente, también lo piensan quienes le han dado la oportunidad de incursionar en el mundo de la moda.
“Quiero demostrar un buen papel, dejar claro que puedo estar al mismo nivel que otra chica”, dijo Gabriela.
La joven mexicana participó en el certamen de Miss Veracruz en México y cautivó a todos los presentes. Resaltó que su experiencia le ha servido para poder inspirar a otras personas a alcanzar sus metas sin importar las adversidades.
Gabriela es licenciada en psicología y se está preparando para comenzar sus estudios en criminología, vive en el municipio de Nanchital.
Se dedica a impartir conferencias de superación personal en las que da testimonio de su vida y sobre cómo aprendió a vencer las dificultades que enfrenta una persona discapacitada.
Además, trabaja en una boutique de ropa como maniquí viviente.
El pasado miércoles el rostro de Gabriela ocupó los titulares de muchos medios de comunicación por su participación en el concurso de belleza Miss Veracruz 2020.
Ella expresó sobre el concurso que fue difícil pero que todo el esfuerzo requerido para ser aspirante valió la pena.
“Sí, ha sido un poco exigente, pero la verdad fue una experiencia muy bonita”, dijo la joven modelo.
Cada mañana Gabriela se dirigía a un estilista para que pudieran peinarla y maquillarla y así comenzar a cumplir con los compromisos de la agenda del concurso, como las clases de modelaje y de música.
La presidenta del municipio de Nanchital, Zoila Balderas Guzmán, aparece en una foto junto a Gabriela en sus redes sociales. Las autoridades de la localidad de la joven modelo le han ofrecido su apoyo.
Regina Valdez, la coordinadora de Miss Nanchital, considera que la participación de Gabriela en el concurso de Miss Veracruz es muy importante. Su presencia en el certamen motiva a otras mujeres que tienen condiciones similares a fortalecer su autoestima.
Además, Gabriela se ha convertido en una embajadora de la inclusión y la igualdad que nos recuerda que los estereotipos tradicionales de belleza tienen que romperse.
Sobre todo, que cualquier persona sin importar su apariencia y condición, merece las mismas oportunidades.
Miles de personas aplauden la iniciativa de este concurso y la perseverancia de Gabriela que jamás se ha rendido. Comparte su historia.