El fútbol, como muchas otras actividades, genera una pasión indescriptible, tanto para los jugadores como para los espectadores, y esa misma pasión a veces lleva a las personas a hacer cosas que normalmente no realizarían, como una jugadora que, al ver su rodilla dislocada, decidió acomodársela ella misma para no perderse el partido.
La jugadora del equipo escocés St. Mirren, Jane O’Toole, se encargó de demostrar hasta dónde puede llegar el afán por no perderse un buen partido de fútbol.
Todo iba bien en el partido, quizás no tan bien porque el St. Mirren iba perdiendo 6-0 contra el Inverness Calcedonian, lo cual no es para nada agradable. De repente Jane y una jugadora del equipo contrario chocaron de frente.
Al parecer solo se trataba de un choque sin mayores consecuencias, Jane dio unas cuantas volteretas en el pasto debido a la velocidad con la que chocaron ambas chicas, y cuando dejó de girar se ve claramente que su rodilla estaba fuera del lugar donde debería estar.
Y como si esto no fuera lo suficiente impactante de ver, de repente Jane comenzó a darse unos golpes, de fuerza moderada, para acomodar su rodilla, pero al no conseguirlo prosiguió a darse golpes con más fuerza y continuidad.
“Qué mujer, no cabe duda que nos aferramos a lograr todo lo que queramos, sin importar las consecuencias”, comentó una usuaria de redes sociales.
Las jugadoras que estaban cerca de ella fueron las que se dieron cuenta de la situación, y comenzaron a llamar al equipo de salud, lo mismo hizo el árbitro central, quien se acercó a Jane y notó que su rodilla no estaba bien.
“Los jugadores profesionales deberían aprender de ella, porque los rozan un poquito y se tiran a llorar en la cancha”, comentó un usuario de redes.
Los medios locales informaron que Jane sí fue revisada por el servicio de salud, pero que para ese momento ella ya se había acomodado la rodilla, así que regresó a la cancha para poder terminar el partido que se estaba jugando.