Las malas decisiones de los padres afectan directamente a sus hijos. Cuando una madre es capaz de mentir sobre situaciones delicadas como la paternidad de un hijo, el daño que le hace no tiene nombre.
Esta situación la vive un hombre en Florida que siempre creyó, erróneamente, que el niño que tenía con su esposa era suyo.
Joseph Sinawa es un hombre que enfrenta una dura situación legal producto de la mentira por parte de su ex esposa, en cuanto a su supuesta paternidad del hijo de ambos. Todo empezó cuando decidieron plantear la situación de la custodia.
El hombre estaba luchando por los derechos de visita, ante el juzgado del condado de Saint Johns, pero al juez le pareció necesario que se sometiera a una prueba de ADN con la finalidad de demostrar su paternidad.
El supuesto padre, se llevó la sorpresa de su vida cuando vio los resultados, sencillamente él no era el padre. Sinawa no podía comprender la situación, siempre había aportado dinero para la manutención sin ninguna objeción, pero ahora que sabe que no es el padre, todo cambia.
Jamás esperó que no fuese el padre
«Destinaba un tercio de mi sueldo a la manutención del niño, eso no me importaba cuando creía que era el padre», comentó el hombre.
El caso se fue complicando, no quiere seguir pagando, pero el estado de Florida lo obliga a que lo siga haciendo.
A pesar de que el juez dio la orden de dejar de pagar la manutención, el Departamento de Ingresos de Florida apeló la decisión argumentando que no había tratado adecuadamente el caso procurando no «desestabilizar la paternidad».
En unas declaraciones que dio a un medio de comunicación les hizo saber que él firmó el certificado de nacimiento porque en ese momento creía que era el padre del niño.
Sinawa dice que su ex esposa tampoco quiere tener nada que ver con él, por eso no desea que siga entregándole ninguna cantidad de dinero.
Para el hombre esto no ha sido tan fácil, enterarse así de una realidad tan dolorosa le ha afectado.
«Estaba emocionalmente devastado», dijo Sinawa.
Brandon Beardsley, abogado de Joseph, tiene casi dos décadas de experiencia en derecho de familia, y está sorprendido por la decisión del departamento de ingresos de Florida de presentar una apelación.
«Nunca había visto que esto sucediera antes. Fue un desperdicio de recursos de los contribuyentes de Florida apelar una decisión cuando el resultado final será el mismo», afirmó Beardsley.
Según el abogado debería ser liberado de sus obligaciones hacia el menor que no es de su propia sangre, pero seguramente primero lo harán perder más dinero.
Sinawa argumenta que no tiene en estos momentos recursos económicos como para costearse un abogado, así que le ha tocado defenderse a sí mismo. Mientras tanto aguarda con esperanza la próxima cita en la corte, y pone todo su empeño en negar legalmente su paternidad del niño.
A veces la justicia tiene veredictos que sorprenden. Esperemos que la decisión final sea en beneficio de todos. Lo más doloroso en este caso, es que los niños que no tienen responsabilidad en este asunto, pero son los más afectados.
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