Muchas veces la vida nos pone pruebas inesperadas y difíciles de superar como es el caso de algunas enfermedades graves.
Pero para nadie es un secreto que transitar por ese camino de las enfermedades es como estar en una montaña rusa, lleno de subidas y bajadas que generalmente requieren de tratamientos muy costosos. Mientras tanto, en el hospital se lucha contra el miedo y las adversidades.
La esperanza, la fe y el amor son la base para seguir adelante cuando se vislumbran los obstáculos, pero también es muy importante contar con el dinero para poder costear los distintos tratamientos al que debe someterse el paciente durante la lucha para vencer a la enfermedad.
El pequeño Borja Díaz es un niño chileno que padece Atrofia Muscular Espinal (AME) tipo 1 con una expectativa de vida de dos años si no se sometía a un tratamiento médico cuyo costo ascendía a más de 2.000.000 de dólares.
La Atrofia Muscular Espinal es una afección infantil caracterizada por una debilidad muscular grave y progresiva por una hipotonía resultado de una degeneración y pérdida de las neuronas motoras inferiores en la médula espinal y en los núcleos del tronco encefálico.
Tras su diagnóstico y buscar el tratamiento en una carrera contra el tiempo, su padres descubrieron una medicina para revertir las consecuencias de su enfermedad.
Pero es el medicamento «más caro del mundo», Zolgensma, cuyo valor en el mercado es de 2.125.000 de dólares.
Aunque la probabilidad de que lo ganaran era de una en un millón, no perdieron la esperanza, y después de meses de espera por el tratamiento un milagro se hizo presente en la vida del niño.
Sus padres informaron que su pequeño hijo finalmente recibiría la medicina que necesitaba y sin tener que pagar ni un dólar.
La pareja contó en sus redes sociales que tras la postulación a una lotería mundial fueron adjudicados con la donación del costoso medicamento que tanto necesitaba el pequeño Borja.
«La neuróloga nos comentó que el laboratorio de este medicamento la había llamado y que efectivamente Borja se había ganado la lotería mundial. Es un milagro, todavía estamos en estado de shock», dijo el papá de Borja.
La familia había recaudado la mitad del costoso medicamento antes del donativo, ese dinero será utilizado para completar los otros tratamientos que el niño necesita y ayudar a otros pequeños que padezcan su misma enfermedad.
Nos unimos a la alegría de estos padres emocionados compartiendo su emotiva historia que nos demuestra que los milagros sí existen.