Vivimos en un mundo donde los estándares de belleza juegan un papel tan importante que en ocasiones nuestro aspecto físico puede convertirse en un impedimento para conseguir trabajo.
Do Quyen es un joven de 26 años que aseguró que fue rechazado una y otra vez por ser “feo”. Él soñaba con tener una carrera como maquillador profesional. Acudió a un sinfín de entrevistas, pero no logró más que ser rechazado constantemente.
Fue entonces cuando Quyen decidió acudir con un especialista para realizar un par de cirugías y cambiar su aspecto. El joven fue encontrando cada vez más detalles de su rostro que quería cambiar y antes de darse cuenta ya había pasado por nada menos 9 que cirugías estéticas.
Actualmente, luce complemente irreconocible. Muchos de sus seguidores incluso dudan que sus fotos de antes y después sean de la misma persona.
“La primera vez que llegué a casa después de una cirugía plástica, mis padres no me reconocieron. Era algo que esperaba desde hace tanto tiempo que no pude contener las lágrimas”, dijo Quyen.
Las cirugías de Quyen modificaron drásticamente sus labios, sus párpados, su nariz y más. También recibió implantes de mentón. Ahora, Quyen cumplió su sueño y ha logrado forjar una carrera como maquillador profesional.
Sin embargo, muchos discuten sobre si la razón de su éxito realmente se debe al sinfín de cirugías estéticas que recibió. Otros se preguntan si su color de piel cambió a través de algún procedimiento de belleza o se trata de maquillaje.
“Tal vez antes era muy inseguro y proyectaba eso en sus entrevistas de trabajo”, comentó un usuario en las redes.
Actualmente, Quyen tiene más de 100 mil seguidores en las redes y siempre se ha mostrado abierto a hablar sobre las operaciones que recibió y el enorme cambio que significaron en su vida.
Sin embargo, recomienda que nadie debiera perseguir algún estándar de belleza en especial ni procurar parecerse a alguna celebridad.
“Sé siempre fuerte y encuentra la belleza en la que te sientes más seguro”, recomendó Quyen a sus seguidores.
Desde hace unos meses, la historia de Do Quyen se ha vuelto viral en las redes y ha iniciado una acalorada discusión sobre la importancia de no juzgar a nadie por su apariencia. Señalar a alguien por su aspecto físico y no por su talento a la hora de ofrecerle un empleo resulta realmente injusto y doloroso.
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