Hay personas que tienen muchas bendiciones en sus vidas pero las carencias parecen no dejarles ver lo afortunadas que son. Si eres de aquellos que agradecen todo lo que tienen
¡Felicidades! Esa actitud puede llevarte lejos, así como le ha pasado a una sencilla manicurista que ha enamorado a todos en las redes y se ha hecho la protagonista de un gran milagro.
Rosy vive en una humilde casa de bloques, pero para ella es su propio castillo. Tras luchar mucho para poderla obtener, ella agradece cada momento los días en los que despierta debajo de su propio techo.
A su vivienda aún le faltan puertas, ventanas, parte del piso e incluso paredes de yeso pero su optimismo se convirtió en un escudo para darle la cara a la vida ¡Más ahora, en tiempos de tantas dificultades!
Rosy vive en el municipio de San José en Santa Catarina, Brasil, con su esposo que se dedica a la albañilería y es quien poco a poco ha ido construyendo la casa. La pareja tiene dos hijos, uno de 14 años y otro de 12 pero el grupo familiar apenas cuenta con el techo y cosas muy básicas en su casa a medio construir.
La vida de esta mujer se hizo viral después de que comenzara a publicar vídeos en la plataforma Tik-Tok y las personas se conmovieran con las condiciones en las que vive. Para muchos fue una sorpresa que Rosy no sintiera vergüenza por su humilde hogar y se animara a mostrarlo en sus vídeos.
Pero ahora su cuenta tiene más de 900.000 seguidores y la gente se ha unido para cambiar su vida. Un medio local supo la historia y dieron inicio a una recaudación de fondos que ya está dando sus primeros frutos. La meta de los 23.000 reales (casi 4.500 dólares) para Rossy ya ha alcanzado más de la mitad de su cometido.
Para la manicurista de 36 años, esto es un gran sueño pues siempre ha querido terminar su casa pero actualmente se encuentra sin empleo debido al COVID-19. Esta mujer es originaria de Pernambuco y hace 14 años que se mudó a Río de Janeiro, desde entonces nada ha sido fácil.
Rossy fue abandonada por su primer esposo y padre de sus dos hijos cuando estos eran sólo unos niños. Durante mucho tiempo apenas les alcanzaba para comer y no tenían casa propia, por eso tener al menos un modesto techito es una gran satisfacción para ella ¡Aunque el asunto no sea color de rosas!
«No tengo armario, mi lavabo está roto y llueve adentro. Todo lo que tengo son donaciones de mis seguidores», dijo el tiktoker.
Los seguidores de esta mujer se divierten con sus vídeos y al saber su historia no han dudado en ayudarla, de algún modo estas plataformas están sirviendo de modo positivo para impactar en la vida de quienes lo necesitan.
Que no se terminen los gestos de solidaridad, comparte la historia de Rossy y ayúdala a alcanzar la meta de su campaña de recaudación de fondos ¡Cada granito cuenta!