Desde el inicio de la pandemia, las bodas y todos los eventos que impliquen aglomeraciones tuvieron que cancelarse, y a pesar de que hasta el momento ninguno de los protocolos que han propuesto como gremio los planeadores de bodas ha sido aprobado por los Gobiernos, ya se han establecido algunas reglas para casarse en tiempos de pandemia.
Toda nuestra realidad cambió, y para Kirsten Haigh y Steven Shoemaker, una pareja de enamorados que decidió contraer nupcias no fue la excepción. Tuvieron que hacer una “ligera” modificación a los planes de boda para que Jerry Goss, la abuela de la novia, de 89 años, pudiera acompañarlos en la ceremonia.
Jerry no pudo salir del asilo de ancianos donde vive debido a las medidas de aislamiento, pero Kirsten se negaba a dejar de compartir el día más importante y especial de su vida con su adorada ancianita.
Jerry la feliz abuela
Así es que, entonces la pareja tomó la iniciativa de ponerse en contacto con el Park Vista Health Center, lugar de descanso de Jerry, para intentar organizar la boda allí. Todo siguiendo las reglas de distanciamiento impuestas y necesarias.
¡Y todo fueron buenas noticias! La residencia de mayores aceptó inmediatamente la solicitud y pasó la lista de readaptaciones que debían realizarse. Por ejemplo, el número de invitados tuvo que reducirse de 150 a solo 15 personas.
“Le preguntamos al establecimiento si podíamos casarnos en el estacionamiento, porque su ventana da al estacionamiento y, por supuesto, obtuvimos mucho más de lo que esperábamos”, dijo Kirsten.
Jerry realmente se veía emocionada y feliz de poder estar presente en la boda de su nieta. Primera vez en sus 89 abriles que asiste a una fiesta con estas características, pero a decir de la abuelita todo salió muy bien.
“Nunca había presenciado una ceremonia como esta, pero todos hicieron un gran trabajo”, dijo la octogenaria.
Por fortuna, el Park Vista Health Center no ha reportado casos de COVID-19 desde que comenzó la cuarentena, en marzo. Para Kirsten, más importante que haberse casado con el amor de su vida siguiendo todas las medidas de distanciamiento y sin aglomeraciones después de la ceremonia, fue que su adorada viejita estaba allí para ella.
Con respecto a las tendencias, los planeadores de bodas coinciden en afirmar que, de ahora en adelante, se verán bodas tipo boutique, o “minibodas”, con menos invitados, pero más lujosas y detallistas, algo que los novios que no quieren esperar a que pase la pandemia del coronavirus para casarse están alimentando, aceptan, e incluso agradecen de forma positiva.
A nivel mundial, el 93% de las parejas cuyas bodas fueron afectadas por el virus están reprogramándolas, mientras que el restante 7% las cancelan directamente. Se casan sin compañía o con unos pocos íntimos, guardando la distancia, mientras otros siguen la ceremonia por Internet.
Comparte esta historia con tus amigos y si estás pensando en casarte en tiempos de coronavirus, así es como podrás tener una boda en cuarentena. La gran fiesta quedará para después, cuando pase la pandemia. Al final lo que importa es el amor.