Estar casado implica un gran compromiso y respeto hacia la otra persona, ya que se requiere de una gran entrega y fidelidad diaria que debería ser recíproca. Sin embargo, muchas veces sucede que una parte de la pareja actúa injustamente, traicionando la lealtad de la persona a la que prometió amor eterno.
Solo quería pasar un momento de diversión
Lo peor de todo ocurre cuando esa misma persona, que faltó a sus promesas y compromisos maritales, se rehúsa a hacerse responsable de sus actos y afrontar las consecuencias cara a cara, frente a su pareja.
Esto fue lo que hizo un hombre en Brasil, quien tras irse de celebración con una mujer fuera de su matrimonio, ideó lo que él pensaba era la mentira perfecta para ser la víctima de la situación y no enfrentarse a la ira justificada de su esposa.
Fue el pasado 10 de febrero que un hombre de 44 años, cuya identidad no fue revelada por involucrar una investigación policial, decidió visitar a las mujeres que intercambian su cuerpo por dinero, en la zona del centro de Belo Horizonte.
Sin poner freno a su deseo, el hombre tuvo la mejor de sus noches en esos establecimientos donde encontró el afecto de otras mujeres. Pero, cuando llegó el momento de volver a casa, no tuvo la valentía suficiente para revelar todo lo que había hechoy prefirió acudir con la policía para mentir sobre lo sucedido.
Dijo haber sido despojado de casi 200 dólares y de su teléfono
Según la declaración dada por el hombre a las autoridades, había perdido todo su dinero después de padecer de un robo en un puente que conecta la calle Rodoviária con el barrio de Lagoinha, en la Región Central.
De inmediato, los oficiales iniciaron un operativo para encontrar al supuesto ladrón que afectó al buen hombre de familia. Verificando las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad de la zona en cuestión, descubrieron que no había sucedido ningún acto delictivo.
Su mentira se vino abajo rápidamente
Fue entonces que cuestionaron nuevamente al hombre sobre lo que había sucedido y hubo contradicciones en su declaración. Finalmente, se vio acorralado y confesó que había inventado todo para no tener que enfrentar a su esposa.
En realidad, el gastó casi los 200 dólares para pagar el amor de unas mujeres de la zona y también uso como medio de pago su teléfono. No hubo ningún hurto, por lo que fue capturado y tendrá que hacerse responsable de sus mentiras.
“¡El miedo a la mujer es superior al miedo a mentirle a la justicia! Le salió mal y ella lo descubrió más trágicamente”, dijo burlonamente un usuario de las redes sociales.
Sucesos como este nos recuerdan que la verdad siempre sale a la luz, especialmente cuando se actúa injustamente contra las personas a las que se prometió amar y proteger por toda la vida.
Nadie debería caer en el peligroso juego de las mentiras, sino ser responsable de sus acciones. No te vayas sin antes compartir este insólito hecho que ha dado tanto de qué hablar.