Antes del 20 de septiembre, James Campbell era un joven atleta de 22 años aparentemente saludable. Sin embargo, un día se encontraba viendo un partido de fútbol en la televisión y sufrió un accidente cardiovascular en su médula espinal.
Todo sucedió tan rápido que James a duras penas comprendió la gravedad del asunto. Sintió una extraña sensación en su cuello y luego mucho dolor. Minutos después ya se encontraba completamente paralizado del cuello para abajo.
“Pensé que tenía mononucleosis, como si mi cuello estuviera rígido… Me sentía un poco raro. Eso es básicamente todo lo que recuerdo”, dijo James.
El joven no podía realizar ningún movimiento y tuvo que permanecer sentado en el sofá durante 19 largas horas. Finalmente, su novia llegó al departamento y llamó de inmediato una ambulancia.
Los médicos se encontraban muy extrañados con la situación, pero tras una serie de pruebas confirmaron que James había sufrido un derrame cerebral que también es conocido como infarto posterior en la médula espinal.
“Nadie sabía si lograría sobrevivir. Los problemas en las espinas dorsales son como los copos de nieve. Cada caso es extremadamente único”, explicó James.
Esto sucede cuando hay un bloqueo que impide que la sangre llegue hasta la médula espinal. Que algo así sucediese a una persona tan joven como James no hacía más que dejar a los especialistas completamente boquiabiertos.
Lamentablemente, una serie de pruebas reveló que su estado de salud estaba muy deteriorado. Además de varios coágulos en la sangre, tenía presión arterial baja, falta de oxígeno y fallas en los riñones.
Después de pasar semanas en la UCI, el joven se encuentra en una silla de ruedas y todos los pronósticos aseguran que continuará así a larga plazo. Sin embargo, James y su familia han acudido a ver los mejores especialistas y están dispuestos a probar diversas terapias y tratamientos para lograr recuperar algo de movimiento y un poco de su antigua libertad.
No ha sido en vano. Recientemente, logró mover sus pulgares y uno de sus dedos índice.
“Está luchando cada día para poder mejorar”, dijo un familiar del joven.
Su familia se encuentra reuniendo fondos para continuar con esta dura batalla y realizar una serie de modificacionesen el hogar que permitan que James se traslade más cómodamente con la silla de ruedas.
Nadie está preparado para lidiar con un cambio tan drástico en su vida. James está decidido a seguir dando lo mejor de sí y no pierde la esperanza de recuperar tanto movimiento como sea posible a través de las terapias y la ayuda de los médicos.
Este tipo de accidentes son realmente extraños pero cualquier persona en la situación de James merece contar con muchísimo apoyo y el soporte económico para salir adelante. ¡Comparte!